El Córdoba Futsal se enreda en la maraña de un Palma con más pegada

Se le está haciendo muy duro al Córdoba Futsal el inicio de la temporada en Primera División, repleto para los blanquiverdes de obstáculos y amarguras. En Son Moix padeció un duro correctivo ante un Palma que fue mejor, principalmente porque estuvo a la altura en los momentos en los que el encuentro exigía una respuesta contundente. El Córdoba puso mucha voluntad, tuvo alguna fase en la que gobernó el partido, pero se atascó en el amago. Los de Josan, más allá de su mayor o menor acierto en la cancha, coleccionan desgracias. Recuperaron efectivos, pero iban sin Lucas Perin y se quedaron sin Jesulito ni Del Moral, que no salió del banquillo en una noche complicada, que les deja en la zona baja de la tabla y con un solo punto sumado en cuatro encuentros. Lo intentaron todo, pero no les salió casi nada.

El arranque fue impetuoso, con un Córdoba que exprimió la experiencia de un quinteto inicial en el que Miguelín ejerció el liderazgo junto al racial Lucas Bolo. Los de Josan González -que se quedó a última hora sin poder contar con Jesulito, uno de sus puntales- pudieron tirar de Zequi, que reapareció con su talante indómito de siempre. También se estrenó Álex Viana, que acaba de aterrizar en la ciudad después de meses en su país atascado en la maraña burocrática. El brasileño fue lanzado a la cancha como un niño a la piscina para que nade por puro instinto. El ala -al que sus compañeros apodan La Bestia- iba a todas, con hambre atrasada. Los cordobesistas tienen un sello propio, es indudable. Van sobrados de talento individual, pero a eso añaden un espíritu de sacrificio brutal. Aguantaron con aplomo la presión inicial del Palma, una formación muy retocada, y tuvieron alguna llegada interesante. No culminaron y eso, en una división de élite, tiene sus consecuencias. El que golpeó duro fue el Palma, que en un par de minutos abrió una herida al Córdoba con dos goles. Carlos y Tayebi batieron a Fabio -cuyo retorno a su antiguo hogar le deparó una noche agitada- y pusieron un 2-0 que ya lo condicionaba todo.

Córdoba Futsal: resultados y clasificación en la Primera División

Un trallazo lejano de Lucas Bolo que desvió con apuros Luan Muller fue el mejor testimonio atacante cordobesista en el primer cuarto de un partido en el que el Palma, guiado por los iraníes Moslem y Tayebi, tomó con decisión el mando. Marlon estuvo a punto de firmar el tercero en una acción en la que, con Fabio ya batido, el brasileño conectó un tiro deficiente. El Córdoba lo pasaba mal, sin encontrar fluidez, fuera de sitio. Fabio desvió a córner un latigazo de Saldise con la zurda y rechazó un tiro de Cleber para sostener la esperanza de los suyos.

Aparece Saura

Y apareció Alberto Saura. El murciano, con un espectacular lanzamiento de falta, frustró a Luan Muller y otorgó aliento a los suyos a falta de poco más de cinco minutos para el intermedio. Tomaz dio la réplica con un gol invalidado porque el brasileño se había agarrado al poste de la meta cordobesa, moviéndola antes de rematar con Fabio en el suelo. Los de Josan se estimularon, pero el Palma alardeó de pegada con el 3-1 en un lanzamiento imparable de Rivillos. El Córdoba se marchó a los vestuarios con una sensación agria. El pleito se había convertido ya en un buen problema.

Los baleares se sentían cómodos ante un Córdoba que rebuscaba entre su libro de remedios la receta para meterle mano al partido. Tiros lejanos de Bolo y Miguelín asustaron a Luan Muller, pero poco más. No había modo. Y el Palma iba a lo suyo, sin demasiados alardes, con seguridad. Hasta que llegó Viana. Robó un balón, se fue directo a puerta y burló la salida de Luan Muller con un disparo colocado. Los de Vadillo sintieron el ramalazo de temor ante una circunstancia inesperada y el Córdoba volvió a encontrar un resquicio para optar a llevarse algo. Saura probó desde lejos en una fase en la que ambos equipos se retaban ya sin miramientos. Aparcaron la especulación y sacaron sus mejores armas en ataque. Fabio abortó una ocasión de Rivillos y animó a los suyos. Cualquier desliz podía ser determinante.

Un final delirante

El duelo entró en ebullición a falta de ocho minutos, con la quinta falta del Palma y poco después del Córdoba. Con los nervios a flor de piel, el Palma sacó partido de una contra bien llevada por Chaginha que terminó con un trallazo sobre la marcha de Tomaz. Poco antes, el meta local le había sacado un tiro claro a Rodríguez. A los cordobesistas no les quedaba otra que salir por las bravas. Y, claro, el Palma aprovechó el riesgo del contrario para asestar zarpazos letales. Tomaz y Moslem, en menos de un minuto, rompieron el partido.

A cinco del fin, el Córdoba metió al portero-jugador. El Palma se atrincheró, parapetado en su sólida ventaja. La puntilla pudo llegar en una acción en la que Álex Viana paró un balón con la mano, siendo expulsado con roja directa y provocando la sexta falta y el consiguiente doble penalti. Mancuso soltó el zapatazo y Fabio detuvo con el pecho. No pudo hacerlo en el sexto de la noche, que firmó Tayebi para redondear una actuación impecable y dejar al Córdoba Futsal en situación de necesidad.

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