FECHA: 7 de noviembre de 1993.

LUGAR: Estadio Nuevo Arcángel.

PARTIDO: Córdoba CF - Recreativo de Huelva (partido correspondiente a la jornada 11 de la Liga en el grupo 4 de la Segunda División B, 4-0).

LA SITUACIÓN

El Córdoba CF iba más o menos como siempre a mediados de los noventa. Un histórico metido en el fango de la Segunda B y agobiadísimo por salir con urgencia. En ese curso, el 93-94, quería hacerlo a lo grande. El presidente, Rafael Gómez, armó una plantilla rutilante a golpe de chequera -Loreto, Cuxart, Algar, Somavilla...- y puso al frente a un icono de los años dorados de Primera, Luis Costa. En la jornada once, el equipo no arrasaba pero tampoco se arrastraba. Tenía un estímulo extra: su nuevo estadio. Ahí quería hacer realidad el lema de la campaña: "Con el Córdoba a Primera".

Había prisa para todo. Tanta que se inauguró el nuevo El Arcángel con muchísimas dudas. El arquitecto de la obra, el jerezano Javier Ollero, lo dejó claro el 5 de noviembre, a dos días de convocar a los aficionados en el nuevo estadio: "No reúne las condiciones de seguridad". Ollero, al que flanqueaban el teniente de alcalde de Urbanismo, José Rafael Navarro; el presidente del Córdoba CF, Rafael Gómez, y el presidente de Finacom (empresa promotora de la instalación), Rafael Galea, alegó en esa apocalíptica intervención, dadas las urgencias por dar uso al nuevo recinto deportivo, que aún era «una obra inacabada». Pero nada, sin problema. Allí se montó el partido y el público acudió en masa. Córdoba-Recreativo de Huelva, derbi andaluz.

¿QUÉ OCURRIÓ?

A los cinco minutos del inicio del encuentro, un pase de Algar lo recogió Antonio Valentín para batir de un disparo raso al meta del Recre. El estadio tembló. Literalmente. Seguramente hubo algún descontrol de esfínteres en el palco, pero por fortuna los macabros augurios por las evidentes deficiencias de la instalación (grietas, filtraciones...) no se tradujeron en nada que lamentar.

La celebración de Valentín corriendo desaforado hacia la grada quedó como una escena icónica del cordobesismo. "Me acuerdo de que todos teníamos muchísimas ganas de jugar. De inaugurar ese estadio. El ambiente que había en Córdoba. Se veía por las calles horas antes del partido cómo iba la gente por toda la Ribera y se llenó el campo. Una gran ilusión porque en el vestuario comentábamos un poco quién jugaría y quién marcaría ese primer gol en El Arcángel. Tuve la oportunidad de ser yo y comentamos los jugadores, un poco entre bromas, que no había dado demasiado tiempo para que nadie se me pudiese adelantar", recordaba Valentín en una entrevista con este periódico en el vigésimo aniversario de aquella jornada

Loreto (2) y Nandi completaron el marcador de 4-0 en una tarde de felicidad y alivio. En el Córdoba jugaron Lobato, Algar, Ballester (Paco Pérez, 67’), Ortega, Luna Eslava, Herrero, Valentín, Ortiz, Loreto, Carrasco y Nandi (Cuxart, 76’). José Miguel Ortega fue el primer blanquiverde que ejerció como capitán. Los 15.000 espectadores dejaron en taquilla 9 millones de pesetas (54.091,09 euros).

¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?

Aquel estadio poco se parece al de hoy, salvo la grada de tribuna, que es la única que 27 años después aún permanece de pie. Las obras aún no han terminado. El Arcángel sigue siendo una tarea inacabada y su aspecto desde la autovía, enseñando el esqueleto, es toda una metáfora de la ciudad que lo alberga. Cada cierto tiempo -digamos en los periodos electorales- salen a la luz planes que hablan de instrumentalizar la instalación para que pueda ser explotada de manera integral con un hotel, restaurantes y zonas de ocio. Algunos se conforman con poner una lona publicitaria. Pero ni eso.

¿Y qué fue del Córdoba después de aquella formidable tarde? Al entrenador, Costa, le echaron cuatro semanas después. Luego llegó al canario Álvaro Pérez, que duró catorce partidos. Los últimos siete fueron responsabilidad de Verdugo -el apagafuegos oficial de Rafael Gómez- y el equipo quedó séptimo. Su víctima en aquel 4-0, el Recreativo, acabó metiéndose en el play off como tercero junto a Extremadura, Las Palmas y Real Jaén.

Valentín, el hombre del partido, siguió un año más en el Córdoba y fue campeón en el curso siguiente... pero el club se estrelló en el play off. Con 30 años todo pintaba a retirada, pero al extremo lo reclutó el Extremadura de Iosu Ortuondo en Segunda y pudo vivir como protagonista un ascenso a Primera División.