La UCO como dinamizadora de la creatividad

La Universidad, como institución, cumple indispensablemente una función formativa, aunque en una ciudad patrimonial como esta, la Universidad de Córdoba (UCO) quiere ser un agente activo para la cultura y canalizar la creatividad del alumnado con iniciativas que reviertan en la ciudadanía. 

Ese es el rumbo marcado por Fernando J. Lara de Vicente, director de Cultura de la UCO y por el resto de su equipo, en el que se encuentra Israel Muñoz, vicerrector de estudiantes y Cultura. Su centro de operaciones es la sede de UCOcultura, situada en el número 40 de la plaza de la Corredera. Un lugar estratégico para "hacer presente la universidad en el casco histórico y trabajar para que su vertiente cultural gane visibilidad en la ciudadanía y en los universitarios", comenta Israel Muñoz a este diario.

En este rumbo, se han marcado dos objetivos; por un lado, fomentar el pensamiento crítico y, por otro, no descuidar el papel de la cultura en el desarrollo y la sociedad. "Cuando entramos en el equipo de gobierno, advertimos que las actividades culturales potenciaban mucho las nuevas propuestas pero descuidaban otras áreas", declara el vicerrector, "con todo el respeto". Con otras áreas se refiere, por ejemplo, a la artesanía cordobesa, ya que preparan una muestra al respecto en colaboración con el Ayuntamiento, la Diputación y varias organizaciones civiles. "Nos parece que esto también es cultura", asegura Israel Muñoz.

 Se trata de convertir el centro UCOcultura en un espacio "multidisciplinar", más cercano a la ciudadanía. Por ello, destaca también la exposición del año pasado que mostraba el papel de la química en el estudio del patrimonio arqueológico, que "atrajo estudiantes y gran cantidad de alumnos de distintos colegios", y adelanta dos nuevas propuestas guardadas en la recámara. "Fernando Lara y yo hemos estado hablando sobre el vacío que hay respecto a los videojuegos y la posibilidad de hacer una exposición", asegura. Además, cuenta que se está poniendo en práctica una exposición en colaboración con varias entidades, como Diputación y Cajasur, en torno al cómic con la presencia de obras de autores destacados como El Roto o Raúl. Claro que "gestionar la cultura es algo muy complicado, estamos en una buena racha", declara el vicerrector.

Las Aulas de proyección social y cultural, con aumento de presupuesto, son la nueva gran apuesta

También se abre un momento dulce para las Aulas de proyección social y cultural, nacidas para dar impulso a las inquietudes creativas y culturales de los estudiantes. Se trata de colectivos universitarios, también de participantes no matriculados, que se agrupan en torno a intereses comunes para desarrollar proyectos. Los hay de cine, de humanismo, de debate e, incluso, un aula de rock y cultura underground. Esta última destaca por sus colaboraciones con el programa Planneo al Fresco de la delegación de Juventud, en conciertos como el de Marcos Cao, o el apoyo de músicos locales como el de Javier Estévez (Subtónica). Su popularidad ha ido creciendo entre el estudiantado desde que se organizó el primer Festival de Invierno de las Aulas y, según comenta el vicerrector, en el último Consejo de Gobierno se acordó destinar una suma cuantiosa a este sector. 

Ucopoética, "ojito derecho"

Desde su nacimiento en 2013 como certamen literario, Ucopoética ha acogido plumas jóvenes que luego se han convertido en ganadores de galardones e importantes nombres de las corrientes emergentes literarias. Más adelante, en 2019 y todavía con el poeta Javier Fernández como coordinador de los talleres, la iniciativa se ha transformado en un laboratorio de creación más complejo que incluye encuentros con nombres consolidados del verso. Por ello, "es nuestro ojito derecho, lo más prioritario porque a la vista está que de un humilde certamen universitario han salido premios nacionales", incide Muñoz.

Suroscopia

Este certamen audiovisual, concebido como "una experiencia creativa" ha atravesado, tal como reconoce Israel Muñoz, "momentos álgidos y momentos de languidecer", aunque se ha mantenido con el impulso de los fondos de la UCO y dado resultados nada desdeñables para tratarse de un festival universitario. Desde generarse únicamente en el contexto andaluz hasta contar con la participación de universidades de Lisboa, Oporto o Gran Bretaña, con premios que van de los 300 a los 900 euros. Su trascendencia no solo lleva fuera a creadores cordobeses, sino que ofrece un paso más hacia la profesionalización, lo que resulta atractivo para los estudiantes de Cine y Cultura y del máster en cinematografía.

Todo ello sin pasar por alto la Bienal Internacional de Fotografía Contemporánea Pilar Citoler o las semanas en las que las galerías de Filosofía y Letras se llenan de fotografías de gran calidad, realizadas por estudiantes, con motivo de Contemporarte, iniciativa coordinada con la Universidad de Huelva. Un aluvión creativo que revierte en las miradas locales.

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