POESÍA

Un canto a la tierra

Un canto a la tierra

Un canto a la tierra / CÓRDOBA

Alejandro López Andrada

Alejandro López Andrada

Los primeros versos que leí de Antonio Flores tenían una reciedumbre y, a la vez, un fragor cristalino que enseguida consiguieron bañarme de una emoción cauterizante. Hablo de hace ya más de tres décadas y, desde aquella ocasión, vengo siguiendo la labor creativa de un poeta extraordinario, profundamente ecléctico y versátil que domina la forma del verso y la estructura de cualquier poema (bien sea romance, soneto o en verso libre) con una habilidad nada común. Y esto lo demuestra en la construcción de este poemario lleno de sonetos rotundos, firmes y gráciles como espigas doradas por la luz tenue de abril unas semanas antes de la siega: «Nacida como casa de labor/ de frailes franciscanos del lugar,/ en mieses, girasoles, olivar...» (Pág. 167) comienza diciéndonos el poema titulado «La Victoria», dedicado a este pueblo. De un parecido tenor, con versos sobrios, rozados por un resplandor de atardecer, son los sonetos que fraguan este poemario que es, ante todo, un canto fervoroso a las tierras de Córdoba, a sus pueblos y a sus gentes.

Cantar en un noble libro de poesía a la tierra, a las fiestas y los ritos, a las costumbres, a las tradiciones, al paisaje físico y humano de los pueblos y aldeas de las comarcas cordobesas, sin dejar fuera del libro ni un solo pueblo, ni un rincón, es algo de entrada profundamente meritorio. Pero si, además, el libro destila reciedumbre, ternura y delicadeza, sobriedad, la poesía que en él se concentra, aquilatada en 76 sonetos memorables, la labor emprendida por Antonio Flores Herrera ha obtenido su fruto dando de lleno en la diana. Hay sonetos más sobrios, como el dedicado, por ejemplo, a «La Guijarrosa», otros más impregnados de romanticismo, como el que se centra en «Benamejí», o cargados de un dulce efluvio literario, como el que nos habla de «Fuente Obejuna»: «Esta casa Cardona, modernista;/ parroquia del castillo, obra de artista;/ de ermitas y conventos salpicada» (Pág. 53). Algunos sonetos son soberbios, prodigiosos, pues recogen toda la esencia del lugar concentrando el paisaje, la religiosidad, la gastronomía y la historia en un manojo de versos que centellean como alfanjes bajo un resplandor mágico de estío, como el que dedica a Puente Genil. De cualquier manera, todos los sonetos mantienen una buena altura lírica. De ahí que este libro genuino, diferente, merezca ser leído por todos aquellos que aman esa poesía que es un canto a la tierra, a la luz del corazón.

‘76 sonetos a los pueblos cordobeses’.

Autor: Antonio Flores.

Edita: Diputación Provincial de Córdoba. Córdoba, 2023.

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