POESÍA

Revolución y lenguaje

José Daniel García.

José Daniel García. / José Sarria

José Luis Rey

José Daniel García (Córdoba, 1979) es uno de los poetas relevantes de su generación. Con su primer libro, ‘El sueño del monóxido’ (DVD, 2006), ganó el Premio Andalucía Joven 2005. Ya en este brillante debut se dibujaban y tomaban consistencia su sello y su voz personales: la persecución de los sueños calcinados del lenguaje, calcinados por el lenguaje mismo. Su segundo poemario, ‘Coma’, fue Premio Hiperión en 2008. Sus versos, desde el principio, fueron distintos a los que escribíamos sus compañeros: eran un golpe seco, inesperado, vallejiano de hondura y altura, un abrir los ojos al mundo para despertar en la poesía. ‘Estibador de sombras’ (2010) es el tercero y uno de sus mejores libros, con poemas inolvidables y con imágenes que harían palidecer a Lautréamont. Ahora, con el libro ‘Revolución’, editado por Cántico/Almuzara, vuelve José Daniel García a la primera línea del panorama poético nacional.

«Estoy rumiando una revolución», dice el verso final de un poema. Y esa «revolución» es doble: la revolución del lenguaje desde una previa revolución moral. Con poemas más largos en esta ocasión, José Daniel García se convierte en el paseante solitario de Poe o Baudelaire, la persona que rumia su revolución interna para cambiar el orden establecido por los biempensantes que jamás beben el vino de la poesía. Los poemas son precisos y dolorosos, como la caricia de un cirujano, y no se desvían del objeto que persiguen, que es la revolución ética por y gracias al lenguaje. Y no estoy hablando de poesía social, aunque el realismo y la denuncia estén ahí. Estoy hablando de lo que Harold Bloom llamó un «poeta fuerte», aquel que construye su mundo propio incluso sin escapar a la angustia de la influencia. Porque Rimbaud y sus hermanas, las ‘chercheuses de poux’, están presentes: «solía gritarme mientras se rascaba/ hasta abrirse heridas...». El paisaje urbano no impide la ensoñación del que ha venido a dar testimonio, mediante la palabra, del vacío moral arrasador: «Parece no haber nadie en el barrio hoy,/ solo el contenedor/ vomita signos de presencia humana./ Soy la única persona que, a estas horas,/camina por la calle...». ¿El yo que siempre va conmigo, como quería Juan Ramón? ¿O acaso «el otro fantasmal» de T. S. Eliot: «quién es ese, el que va junto a ti»? La poesía profunda, y esta lo es, proyecta algo de ficción en el poema, pero si no tiene este la huella candente de plomo (esa gota de plomo que hervía en el corazón de Gimferrer), si no es un artefacto hecho para una rebelión, como dijo Valente; si, en suma, el poema no abre la espoleta de la granada que es él mismo (véanse las guardas del libro, con la impactante foto de una granada de mano) todo quedará en un conjunto de buenos propósitos. Pero en este libro la revolución sí estalla porque el lenguaje estalla: José Daniel García sufre la misma caída que el santo en el camino de Damasco, solo que aquí Damasco es, muy inteligentemente, también una calle de Córdoba. Entre esos dos planos del mito y la realidad, el poema que da título al libro contiene estos versos bellos y contundentes: «Me derribó en Damasco,/ una calle vulgar de muchos cruces,/ y acepté el riesgo y las encrucijadas,/ la caprichosa brújula del genio/ educado y distante del poeta/ y comprendí el lenguaje:/ mi destino». Gracias a poemas como estos, gracias a poetas como este, el lector también comprenderá que el lenguaje poético es visión llameante y que solo al cantar, aun dolorosamente, habremos vivido.

‘Revolución’.

Autor: José Daniel García.

Editorial: Cántico/Almuzara . Córdoba, 2023.

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