La instalación está en el Huerto del Francés

Puente Genil dispone ya de la primera comunidad energética, de la que se beneficiarán 130 vecinos

Las viviendas y los negocios interesados podrán acceder a energía solar sin tener tejado propio ni invertir en placas

Las facturas de la luz podrán reducirse hasta en un 40%

Placas solares instaladas en una nave de grandes dimensiones.

Placas solares instaladas en una nave de grandes dimensiones. / CÓRDOBA

Virginia Requena

Virginia Requena

Soldelia, compañía desarrolladora de comunidades solares a través del autoconsumo colectivo, ha puesto en marcha la primera comunidad solar en Puente Genil, para que 130 vecinos puedan acceder a energía solar. Esta instalación, con una potencia proyectada de 242,5 kWp, permitirá a los vecinos consumir energía solar sin necesidad de tener tejado propio ni hacer inversión en placas solares.

La infraestructura sobre la que se instalarán las placas solares se encuentra situada en la cubierta de la nave de Multiprecios del Genil, junto al polígono Huerto del Francés, y generará 358.900 kWh/año. La instalación se conectará a la red eléctrica de Endesa, como compañía distribuidora de la zona. De esta forma, las facturas de la luz podrán reducirse hasta en un 40%, según informan desde la propia compañía.

Sin inversión en placas solares

Con la creación de esta comunidad solar se evitará la emisión estimada de 4.400 toneladas de CO2 en 25 años. Además, se podrá acceder a la energía solar sin hacer inversión, ya que la amplia superficie de la cubierta de Multiprecios del Genil le permitirá no sólo satisfacer sus necesidades energéticas sino también ceder gran parte de su tejado para la creación de esta comunidad solar. En compensación, la firma pontana recibirá un alquiler mensual durante 25 años.

Los vecinos interesados que se encuentren a una distancia máxima de 2 kilómetros de la instalación y no tengan acceso a energía solar en sus hogares o locales comerciales, podrán aprovechar la oportunidad de adquirir energía solar producida en la planta fotovoltaica.

Así, el cliente paga por la energía verde que produce la instalación durante la validez del contrato en lugar de pagar por las placas solares, que corren a cargo de la empresa inversora.