El agua en el norte de Córdoba

Una avería en los decantadores de la depuradora de Sierra Boyera provoca turbidez en el agua

La empresa provincial asegura que el agua es apta y trabaja en la resolución del problema

Imagen de archivo del embalse de Sierra Boyera tras las últimas lluvias.

Imagen de archivo del embalse de Sierra Boyera tras las últimas lluvias. / Rafa Sanchez

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

La turbidez del agua que salía por los grifos en algunos lugares del norte de la provincia ha vuelto esta semana a sembrar de nerviosismo a los vecinos de las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato que, tras un año sin contar con agua potable en sus domicilios por ser declarada no apta en abril del 2023, temían una nueva repetición del episodio. Sin embargo, desde la empresa gestora del servicio, Emproacsa, han asegurado el agua es "apta" y ya “está trabajando en la reducción de los niveles de turbidez que se han detectado en la ETAP de Sierra Boyera y que en ningún caso afectan a la potabilidad del agua ni a su consumo humano”.

Desde la empresa señalan que estos trabajos se han iniciado “después de que se detectara, tras la puesta en marcha de la ETAP un comportamiento anómalo en la salida de aguas los decantadores derivado del cambio de temperaturas, lo que se ha unido el inicio de la estratificación de agua en el propio embalse de Sierra Boyera propio de los periodos de primavera”.

Una situación habitual

Ante esta situación, habitual en los procesos de gestión y tratamiento de agua, según indica Emproacsa, la entidad “ha tomado medidas tendentes a la estabilización del proceso consiguiente en la reducción de la turbidez del agua, como la regulación de caudal y otros ajustes. De esta manera, ya se han bajado esos niveles y se espera que la situación se normalice en un breve periodo de tiempo que oscilaría  entre 24 y 48 horas” e insiste en señalar que estos episodios “puntuales que se suele dar en los procedimientos de potabilización del agua y que está afectando a algunos municipios de la zona norte en ningún caso afectan a los niveles de potabilidad de agua, que es apta para el consumo con todas las garantías”. 

Emproacsa concluye indicando que la empresa continúa realizando análisis continuos que certifican que se cumplen con todos los parámetros que establece la normativa sanitaria según el Decreto 3/2023.

Sobre este mismo asunto, desde la Junta de Andalucíase ha indicado que la función de la consejería al respecto es de “vigilancia, si los análisis que se hacen con regularidad por parte de Emproacsa no son óptimos y no están dentro de la normativa, nosotros actuaremos desde Salud Pública declarando el agua no apta para el consumo, pero no tenemos competencias para hacer nada para mejorar la calidad del agua”, que es responsabilidad de la empresa gestora.

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La plataforma ciudadana Unidos por el Agua asegura que son "numerosos" los domicilios a los que el agua llega "turbia y, en algunos casos, con olor desagradable", lo que está generando malestar entre la población. Por ello, piden a Emproacsa "transparencia" y critican la "gestión deficiente" de la empresa de la Diputación de Córdoba, así como "la insuficiente respuesta de las autoridades sanitarias". En este sentido, trecuerda que "en 2023 Emproacsa tardó un mes en avisar de la contaminación del agua".

Admite que las quejas de los vecinos "deberían presentarse por escrito ante los ayuntamientos o dirigirse a Aguas de Córdoba", pero dejan claro en cualquier caso el malestar existente y la "desconfianza" a la hora de consumir aún agua del grifo, a pesar de haberse declarado apta para el consumo. Justifican esta postura en que "ninguna autoridad municipal, provincial o autonómica ha presentado las analíticas necesarias para tranquilizar a los ciudadanos", y "no se han ofrecido detalles sobre cómo se descontaminaron las tuberías y depósitos municipales tras el incidente del año pasado".

La "falta de transparencia y la gestión deficiente de Emproacsa", junto con la "insuficiente respuesta" de las autoridades sanitarias, "han dejado a los ciudadanos del norte de Córdoba desprotegidos y desinformados", afirman, y exigen a las administraciones competentes "transparencia, empatía y una comunicación clara" sobre la calidad del agua de consumo.