Miles de personas viven la romería de San Isidro en Bujalance

Bujalance ha disfrutado en una magnífica jornada plena de calor, diversión y alegría, de su romería en honor a San Isidro, en la que el pueblo se ha volcado con su fiesta más tradicional, con un masivo seguimiento, acrecentado por ser fin de semana, con la llegada de numerosos visitantes de toda la comarca y provincia.

La romería de Bujalance, es inigualable por su grandiosidad y la originalidad de sus más de 60 carrozas artísticas, carretas, carriolas, caballistas, coro romero, la elección de las romeras y la extraordinaria participación, con cientos de personas ataviadas con traje flamenco y el masivo acompañamiento a San Isidro, que realizan el camino a pie hasta el recinto romero del Buitrón, que resultó pequeño.

El Patrón de los Labradores salió de la Catedral de la Campiña para ir a la barriada de San Isidro, donde tuvo lugar la Misa de Romeros. Una vez finalizada, fue el desfile artístico y multicolor de carrozas, carretas y miles de romeros ataviados. Se hizo una parada ante la Patrona de Bujalance, la Virgen Inmaculada del Voto. Pero lo más destacado, fue el camino a pie de más de 3.000 personas, que iban compartiendo alegría, baile, bebida y comida hasta el paraje del Buitrón. La llegada fue sobre las 14.00 horas, momento en el que el párroco, Francisco Roldán, realizó la bendición de los campos y el Coro Romero cantó el Padre Nuestro. El recinto romero se vio inundado por cerca de seis mil personas, con alegría y ganas de fiesta, donde se vivió un extraordinario ambiente de convivencia y hermandad entre las casetas.

A las 16.00 horas de la tarde en la Caseta de la Hermandad de San Isidro, se hicieron públicos, los premios de las carretas, carrozas, caballistas y portadas de casetas. Además, se coronaron, la Romera Mayor, que fue Nieves Gómez López y la Romera Infantil, María Teresa López Gallardo.

Al caer la tarde, San Isidro, junto a las carretas, marchan de regreso al pueblo, para entrar a la parroquia de la Asunción alrededor de las 23.00 horas. Allí se despide al santo entre palmas, cohetes y fuegos artificiales, agradeciendo el beneficio que con su bendición da a los campos y al pueblo bujalanceño.