En el centro de visitantes de Torreparedones
Baena acoge una exposición sobre castillos restaurados
Cuenta con la colaboración de siete ayuntamientos con fortalezas en la provincia
La exposición De la Piedra al Dron. Arqueología en los castillos de Córdoba se puede contemplar en el centro de recepción de visitantes del parque arqueológico de Torreparedones. Organizada por el Grupo HUM-128 Meridies con motivo de la celebración del 50º aniversario de la Universidad de Córdoba y de la Facultad de Filosofía y Letras, cuenta con la colaboración del Instituto Andaluz de los Castillos, el respaldo de la Delegación en Córdoba de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía y del Archivo Histórico Provincial de la capital cordobdesa, así como de los siete ayuntamientos implicados (Aguilar de la Frontera, Baena, Belalcázar, Belmez, Hornachuelos, Montemayor y Priego de Córdoba).
Está formada por grandes paneles que recogen información sobre las actuaciones realizadas en siete castillos, con textos, planos, dibujos, fotografías y recreaciones en 3D.
Tras viajar por diferentes municipios implicados en la misma recala ahora en Torreparedones donde se localiza el castillo de Castro el Viejo que es una de las fortalezas que conforman la exposición, y cuyos comisarios son los profesores Ricardo Córdoba de la Llave y Javier López Rider del grupo de investigación “Meridies” de la Universidad de Córdoba.
El castillo de Castro el Viejo fue excavado en varias campañas por el profesor Ricardo Córdoba de la Llave, catedrático de Historia Medieval de la UCO, y es uno de los sectores que se pueden visitar en el parque arqueológico de Torreparedones, tras varias intervenciones posteriores de consolidación, restauración y puesta en valor gracias a una subvención del Ministerio de Fomento dentro del programa del 1,5 % Cultural.
El castillo, erigido en el siglo XIII tras la reconquista de la campiña por el rey Fernando III, fue de vital importancia para la vigilancia y defensa del valle del Guadajoz y de la propia ciudad de Córdoba a la que pertenecía desde el siglo XIV. Convertido en vértice geodésico por su elevada altitud, con 580 metros sobre el nivel del mar, es un hito en el paisaje desde el que se puede divisar buena parte de las provincias de Córdoba, Sevilla, Jaén, Granada y Ciudad Real.
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