PRELUDIO DE LA NAVIDAD EN RUTE

El Museo del Anís, punto de partida del turismo agroalimentario

Una de las salas del Museo del Anís.

Una de las salas del Museo del Anís. / Padilla

Para Anselmo Córdoba, director del Museo del Anís, esta red de museos locales se ha convertido en «verdaderos templos cuando llegan estas fechas». La salas son visitadas por miles de turistas que buscan la excelencia de los productos y vivir una experiencia que repiten cada temporada. El Museo del Anís se engalana para recibir a esos miles de visitantes. En sus salas se atesora la historia de este producto ruteño.

Con la declaración de museo desde 1994, ofrece al visitante una colección única de botellas y envases que repasan la centenaria historia del anís, documentos, fotografías, antiguas herramientas, maquinaria y valiosas etiquetas que reflejan el dinamismo que atesoran las destilerías ruteñas a lo largo del tiempo con más de un centenar de marcas. Visita que se complementa con la bodega de brandy y el patio con duende, ganador de los primeros premios comarcales y provinciales. Un conjunto que se inicia en la sala de alambiques, que habla de tradición y excelencia.