La N-432 es la carretera con más riesgo de la provincia de Córdoba

La carretera N-432, que une las ciudades de Badajoz y Granada cruzando la provincia de Córdoba y parte de la Jaén, es la que acumula mayor número de tramos de riesgo de la provincia, según el informe de Evaluación de la Red de Carreteras del Estado que elabora el Real Automóvil Club de España (RACE). En dicho informe se recogen cinco zonas de especial riesgo en Córdoba, de las que dos son de la citada carretera, una en la provincia de Córdoba, con 20 kilómetros de extensión, y otra en la provincia de Jaén, de 11 kilómetros.

La otra carretera que aparece en el ranking del RACE es la N-331, que es la antigua carretera de Málaga, donde la organización señala la existencia de un tramo de riesgo que se prolonga durante 14 kilómetros.

Sobre la primera de ellas, el cuadro del RACE señala que el espacio de riesgo localizado en Córdoba se encuentra entre los kilómetros 332,1 y 352,2, en el que durante el año pasado se contabilizaron en total seis accidentes, que se saldaron con una víctima mortal y seis heridos de diversa consideración. La zona a la que hace alusión el informe del RACE se refiere a las comarcas del Guadajoz y la Subbética, a las que añade un espacio de unos 10 kilómetros de la provincia de Jaén. Por su parte, en lo que se refiere a la N-331, el tramo identificado por el RACE como de riesgo es el comprendido entre los puntos kilométricos 57,2 y 71, en el cual, según la organización redactora del documento, en el año 2022 se produjeron tres siniestros graves, en los que falleció una persona y 2 más resultaron heridas.

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La alta siniestralidad es uno de los motivos más esgrimidos por los ciudadanos, organizaciones y ayuntamientos que defienden la transformación de la carretera N-432 en la autovía A-81, reivindicación arrastrada desde hace décadas y que no acaba de ser atendida, como desea la población, por la Administración central que es la competente, pues según los últimos datos, hay tramos de la misma, en concreto desde Badajoz a Espiel, en los que la propuesta gubernamental, en principio, es que sea una vía de una sola plataforma.

Para elaborar este estudio, el RACE ha seguido la metodología establecida por el Transport Research Laboratory (TRL), que es el utilizado en varios países de Europa, cuyas tablas definen el nivel de riesgo exclusivamente a través de los siniestros y su gravedad, relacionadas con el nivel de tráfico de la vía. En total, el trabajo ha estudiado 1.388 tramos de la red de carreteras del Estado. Entre las muchas consideraciones que recoge el trabajo, se señala que «las vías de gran capacidad son las más seguras, ya que se producen menos accidentes al eliminar los adelantamientos con invasión de carril contrario y las intersecciones a nivel».

Se señala en el trabajo del RACE que para poner el foco en aquellos tramos que presentan unos niveles de riesgo más elevados, «se han eliminado todos aquellos tramos que presentan unos datos de tráfico inferiores a 2.000 vehículos al día y una longitud inferior a los 5 kilómetros, dado que en dichos tramos es más significativa la aleatoriedad de los accidentes pudiendo dar lugar a incoherencias en los resultados finales».

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