De oca a oca, diversión sobre un tablero gigante en Dos Torres

En un ambiente multitudinario y con la emoción propia de este acontecimiento, se ha desarrollado en la tarde y noche de este sábado el Gran Juego de la Oca en Dos Torres. Tras la gala inaugural del viernes y la prueba para establecer el orden de salida, este sábado ha sido propiamente el día del juego y desde las ocho de la tarde han ido saliendo los equipos desde el recinto ferial.

El Gran Juego de la Oca se realiza con la misma dinámica que en el juego de mesa, lanzando los dados y avanzando en el casillero, pero aquí todo es espectacular y grande. En primer lugar, el tablero, que es inmenso, ya que abarca las calles, plazas y avenidas de Dos Torres, con el encanto de recorrer su conjunto histórico. Cada uno de los 52 equipos participantes cuenta con ocho componentes y están identificados por camisetas de diferentes colores. Los equipos lanzan al aire un dado gigante y, según el número que les salga, avanzan por el recorrido. Hay 47 casillas y 33 pruebas que hay que superar para seguir avanzando hasta la meta.

Sin pelo por una buena causa

Una de las particularidades del juego es que los equipos no conocen las pruebas hasta el mismo momento de realizarlas «para generar sorpresa y que lleguen sin preparación previa», según destaca Dionisio Cuenca, responsable de la organización que, además, subraya el carácter solidario de esta edición, ya que, por cada participante que se rape el pelo al caer en la casilla de la muerte se van a destinar cuatro euros a la Asociación Española contra el Cáncer. El propio Dionisio Cuenca, apodado como Potxo, dio ejemplo el viernes y fue el primero en perder el pelo y le han seguido numerosos participantes, con lo que el reto se superó con creces. Además, se colocaron huchas para recoger donativos.

Entre equipos, los mansos que les acompañan, los jefes de zona y los responsables de pruebas, el Gran Juego de la Oca moviliza a más de 800 personas. Y es que a los 420 participantes se les han sumado 320 voluntarios, «una cifra récord este año».

Las pruebas, la mayoría de habilidad y no de esfuerzo pero siempre divertidas, llevan los sugerentes títulos de no veo no veo, chocoballs, huevos flojos, nicasso, te den por saco, estamos colgados, en toa la cara o cumpleaños feliz, al celebrarse la décima edición.

Como se trata se completar el tablero en el menor tiempo posible, se suceden las espectaculares carreras de los equipos por las calles para llegar a la siguiente casilla y no faltan las clásicas del puente, la cárcel, la posada, el laberinto, la muerte y la celebrada de "oca a oca y tiro porque me toca". Los ocamodines obtenidos las semanas previas por la actividad en las redes sociales sirven para evitar las casillas no deseadas. 

Los equipos tienen diferentes procedencias, con muchos de Los Pedroches y de la provincia pero también con un equipo este año de Barcelona y Valencia.

El alcalde, Manuel Torres, ha destacado «las miles de personas que han acudido a esta cita en la que participan muchos jóvenes pero también gente de distintas edades». Ya de madrugada se entregaron los premios. 

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