Economía

La compraventa de fincas se mantiene estable en Córdoba con casi 32.000 operaciones en 2023

Las tres cuartas partes de las operaciones se hicieron sobre fincas urbanas

Carteles de inmobiliarias en unos pisos de Córdoba.

Carteles de inmobiliarias en unos pisos de Córdoba. / A.J. González

Rafael Verdú

Rafael Verdú

La compraventa de fincas de todo tipo se mantuvo estable a lo largo del año 2023, de acuerdo con el informe que ha hecho público este jueves el Instituto Nacional de Estadística. Se realizaron 31.842 operaciones en la provincia de Córdoba, prácticamente al mismo nivel que el año anterior (32.359).

La mayoría de la transmisión de propiedades fueron fincas urbanas, que supusieron 24.333, las tres cuartas partes del total. De ellas, 14.723 fueron viviendas, de las que aproximadamente la mitad se hicieron a través de una hipoteca.

Fincas urbanas

Otro tipo de fincas urbanas alcanzaron las 8.279 transmisiones, mientras que las fincas rústicas llegaron a las 7.509. La venta de solares en suelo urbano se quedó en 1.331 operaciones en 2023, de acuerdo con el análisis del INE.

El mercado inmobiliario lleva tres años estabilizado en el entorno de las 32.000 compraventas de todo tipo de fincas, con leves variaciones anuales. El año 2020, el primero de la pandemia, sí registró un gran descenso en las transmisiones de la propiedad, ya que se quedó en 25.315. Justo después el sistema empezó a recuperarse y ahora ya está en valores superiores incluso a la etapa preCovid.

Valoración del sector

Las cifras estadísticas han sido bien vistas por el presidente de la patronal Construcor, Francisco Carmona, quien considera que "el comportamiento del sector inmobiliario en 2023 ha sido muy positivo, sobre todo en la vivienda de nueva construcción, que se ha incrementado un 19 por ciento con respecto a 2022". No obstante, los constructores aclara que el mercado ha perdido cuota en el ámbito de las viviendas usadas, en torno a un 7 por ciento con respecto al año anterior.

Esa ligera caída en un segmento determinado del sector inmobiliario "no se puede calificar como una recesión o desaceleración incipiente de la actividad", apunta Carmona. Más bien, "se trata de una corrección ya previsible", puesto que en 2022 se produjo una liberación de la demanda "embalsada" de compraventa de vivienda motivada por la pandemia y el cierre de los mercados, que posteriormente volvió a sus cauces habituales el año pasado. Los datos como hemos ido indicando están en 2022 influidos por la demanda embalsada que se había generado en la pandemia, que se moviliza en 2022.

En este sentido, "en su conjunto la vivienda usada y la de nueva cosntrucción registran respecto a 2022 una ilgera bajada del 3,5 por ciento pero sobre todo eso se debe a la vivienda usada por el motivo comentado. Es una corrección más que una desaceleración, igual que ha pasado con el empleo y otros parámetros", en palabras del presidente de Construcor.