Reportaje

La cultura de vivir para trabajar

El ministro de Exteriores chino visitará Córdoba este domingo para reunirse con su homólogo español

Los comunidad china lleva años asentada en España, aunque con el claro objetivo de llevar su negocio y ahorrar el dinero que manda a su país

Un comercio chino de Córdoba.

Un comercio chino de Córdoba. / CRISTINA RAMÍREZ

Cristina Ramírez

Cristina Ramírez

"A nosotros nos gusta trabajar y guardar dinero, a los españoles la fiesta". Así resume Susana las diferencias culturales entre China y nuestro país. Es domingo y, como cada día desde que llegó a Córdoba hace ya 18 años, levanta la persiana de su bazar ubicado en la avenida de Cádiz. Su filosofía es trabajar para ganar dinero y mandarlo a su país. El euro tiene allí mucho más valor que la moneda china.

El modo de vida de Susana (trabajar, abrir la tienda todos los días y atender a su familia, sin tener apenas vida social) es común a los ciudadanos de su país que vienen a España precisamente a eso, a abrir su negocio y ahorrar dinero que mandarán a China.

Casi un millar de chinos residen en Córdoba

La comunidad china lleva años asentada en España. En la actualidad, 223.591 ciudadanos extranjeros con esta nacionalidad residen en todo el territorio nacional. De ellos, 21.948 viven en Andalucía y 988, en Córdoba, según los últimos datos (año 2022) de la estadística del Padrón Continuo publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, España mantiene lazos diplomáticos con la República Popular China desde hace medio siglo y es ese aniversario el que viene este domingo a conmemorar el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, que se encontrará esta tarde en el Alcázar de los Reyes Cristianos con el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares.

Algunos de los ciudadanos chinos que residen en la ciudad no están muy al tanto de estos lazos diplomáticos ni tienen conocimiento de esta visita, aunque les parece interesante. Juan, que regenta un bazar de alimentación en Camino de los Sastres se ha mostrado sorprendido de la visita, pues "algo había escuchado, pero no sabía si era verdad". Le hace ilusión y dice, que a lo mejor se acercará con sus hijas para ver el ambiente previo al encuentro.

Juan, en su negocio de alimentación y bazar.

Juan, en su negocio de alimentación y bazar. / CRISTINA RAMÍREZ

La vendedora del bazar de la avenida de Cádiz señala, en cuanto a estas relaciones que las culturas de ambos países son distintas "nosotros venimos a trabajar y a los españoles les gusta mucho la fiesta y disfrutar". Juan también apunta a este rasgo como principal diferencia entre ambas culturas.

Las costumbres son diferentes, pero ciudadanos como Susana han tenido hijos ya en España que se han educado con las costumbres españolas. En su caso tiene dos hijos, una nacida en su país y otro en Córdoba. La mayor ha vuelto a China para estudiar y hacer su vida, el pequeño aún estudia en el colegio en la ciudad. "Mi hija es muy introvertida, no le gusta relacionarse con los demás, por eso prefiere estar en China", dice Susana. En cambio, su hijo sí quiere quedarse aquí y tiene un círculo social.

Las hijas de los comerciantes de Camino de los Sastres, Estrella y Luna, de 11 y 12 años, nacieron en el país y aseguran que les gusta Córdoba y la vida que aquí tienen aunque tienen ganas de volver a China para visitar a sus familiares. Ambas explican que tienen su grupo de amigos del colegio.

Una vida dedicada al negocio

A la pregunta de si abre la tienda también los domingos, Susana asegura: "Claro, todos los días. Mi día a día es abrir la tienda, trabajar, llevar los niños al colegio e ir a casa". No es que no se relacione con españoles y sí con chinos, es que no concibe tiempo para el ocio y la vida social.

"A mí también me gustaría poder disfrutar del tiempo libre, pero no sé cuanto va a durar el negocio y hay que ahorrar por si hiciera falta", explica Juan que lleva ya afincado en España unos 20 años, una docena de ellos en Córdoba. El vendedor añade que hay negocios que son menos sacrificados que uno de alimentación de este tipo por las horas de trabajo que requiere. A él no le pesan, pues es la forma de vida que ha elegido, según ha podido manifestar.

El comerciante y su familia han pasado por ciudades como Madrid y Barcelona, pero dice que Córdoba "nos gusta mucho". Un punto a favor, también para sus hijas, es la gastronomía.

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