TESTIMONIO

«He podido recuperar la marca de ropa que tenía en Venezuela y abrir mi propio negocio»

Nelson de Ponte es un venezolano que, gracias al programa Vulnerables, ha podido poner en marcha su propio negocio de textil personalizado en Córdoba

Nelson de Ponte llegó hasta Córdoba hace dos años tras huir de la situación política de su país.

Nelson de Ponte llegó hasta Córdoba hace dos años tras huir de la situación política de su país. / CÓRDOBA

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

CIC-Batá es una de las organizaciones sin ánimo de lucro que participa en el programa de inserción laboral T-Acompañamos, un proyecto que viene a dar continuidad al plan Vulnerables, financiado por la Junta de Andalucía, con el que mil personas lograron el objetivo de inserción laboral en Córdoba. Uno de los casos de éxito monitorizado por CIC-Batá es el de Nelson de Ponte, un inmigrante venezolano que llegó hasta Córdoba hace dos años tras huir de la situación política de su país. 

Según Nelson, cuando llevaba un año trabajando en empleos precarios en la hostelería y como instalador de vallas publicitarias, le hablaron de este proyecto de formación y vio «el cielo abierto». «Solo tengo palabras de agradecimiento, la formación que recibí me ha permitido conocer todos los trámites para trabajar como autónomo aquí, las cuestiones fiscales que debía tener en cuenta y cómo obtener un crédito para empezar», explica, «todo el mundo me decía que era muy complicado porque se paga mucho y es verdad que hay muchos impuestos y que estaría bien que el pago fuera más flexible, pero a cambio, los servicios públicos son mucho mejores y eso compensa». Su itinerario personal siempre estuvo enfocado hacia el emprendimiento. «Gracias a este impulso pude recuperar la marca de ropa que tenía en Venezuela, Eme, y abrir mi propio negocio», explica. Ahora tiene una tienda de ropa personalizada en la que vende camisetas, equipaciones deportivas y todo tipo de textil con diseño específico, fotos, dibujos de niños, frases, además de otros complementos como rompecabezas o correas de perro y uniformes para empresas. 

Además de la formación, le ayudaron a hacer un estudio de mercado sobre las zonas donde podía tener más público y se decantó por el entorno de Santa Rosa. «Abrí en la avenida de Almogávares y ahora me he cambiado a un local más grande en la calle La Higuera 6, donde poco a poco estoy incorporando más productos», explica. Para ello, está formando a otra persona y su intención es poder contratarla próximamente. 

Mientras tanto, ha instalado la maquinaria en el centro de la tienda, de forma que quienes acuden a comprar pueden ver cómo lleva a cabo los encargos. Tras un año de trabajo intenso, asegura que está «contentísimo», tanto por el apoyo que ha recibido de CIC Batá para hacer realidad su sueño como por la respuesta de sus clientes, «a los que se van sumando nuevas personas cada día» y su integración en Córdoba, una ciudad que le parece muy accesible y cercana.

Según la información facilitada por CIB Batá, en total, 117 personas entre parados de larga duración (18), personas de minorías éticas (3), inmigrantes (23), parados mayores de 45 años (14), mujeres con problemas de integración social (1), desempleados en riesgo de exclusión social (33), perceptores de prestaciones, subsidio por desempleo o renta activa de inserción (16) y personas con discapacidad (9) han sido atendidos en el programa Vulnerables, de los cuales 86 concluyeron el itinerario personalizado.

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