MARCHA SILENCIOSA

Las personas sin hogar se rebelan contra la exclusión: "La calle no es mi hogar, la calle mata"

Unas 300 personas se manifiestan en Córdoba para denunciar la invisibilidad de quienes viven en la calle y reivindicar su derecho a la vivienda

El comedor social atiende cada día cifras récord, entre 140 y 170 usuarios, y la Casa Madre del Redentor tiene un centenar de personas en lista de espera

Marcha silenciosa por una vivienda digna.

Marcha silenciosa por una vivienda digna. / Óscar Barrionuevo

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Vivir a la intemperie, no tener un lugar donde descansar, asearse o lavar la ropa. Esa es la realidad a la que decenas de personas se enfrentan cada día en Córdoba. Un numeroso grupo de afectados, acompañados por miembros de la Red Cohabita y de representantes municipales de distinto signo político han salido a la calle este jueves para visibilizar su situación y reivindicar su derecho a una vivienda digna.

Una marcha silenciosa ha recorrido las principales calles del Centro de Córdoba hasta el Bulevar Gran Capitán, donde Paco, uno de los usuarios del comedor trinitario y del plan Ola de Frío de la Casa de Acogida, ha leído un manifiesto en nombre de todo el colectivo. "La calle mata", ha advertido, antes de recordar que "nadie elige estar en la calle" y que "una vez llegas a esta situación cuesta mucho salir". Pese a todo, ha recalcado, "somos personas, merecemos un buen trato, una vivienda digna y estable y un buenos días por lo menos". A las administraciones central, autonómica y local les ha pedido "medidas para prevenir la exclusión social" y a quienes les miran sin verles les dijeron: "Hoy soy yo, pero mañana puedes ser tú".

Concentración en el Ayuntamiento organizada por la Red Cohabita.

Concentración en el Ayuntamiento organizada por la Red Cohabita. / Óscar Barrionuevo

La demanda de atención se dispara

La Red Cohabita, que aglutina a varias entidades del tercer sector, ha convocado un año más a esta movilización coincidiendo con el Día Internacional contra el Sinhogarismo, una realidad social que se extiende por todos los rincones de la ciudad y que, según las organizaciones sociales, está viviendo un momento de apogeo debido a la crisis económica. Según el director del comedor social trinitario, Eduardo García, la afluencia de personas que demandan comida se ha disparado en los últimos meses, registrando cifras récords que no se veían desde el peor momento de la pandemia, con entre 140 y 170 usuarios diarios.

A los casos de sinhogarismo cronificados durante años, personas con problemas de salud mental, jóvenes extutelados y temporeros que llegan en esta época del año, se suman los nuevos perfiles fruto de la crisis económica, entre ellos más mujeres, personas con vivienda cuya pensión es muy baja y no les llega para comer y trabajadores cuyos ingresos no son suficientes para cubrir todas sus necesidades básicas. García teme que la situación empeore en los próximos meses, con la llegada de más personas en busca de trabajo en el campo, donde la campaña de aceituna se espera además que sea muy escasa.

El Ayuntamiento ultima el centro de emergencia habitacional y el anexo de la Casa de Acogida para su puesta en marcha a principios de 2024

En la casa de acogida Madre del Redentor de Cáritas hay más de 100 personas en lista de espera en este momento, según su director, José Luis Rodríguez. "Tenemos 40 plazas que siempre están cubiertas y desde el 1 de noviembre, sumamos 20 del Plan Ola de Frío, para descansar por la tarde, cenar y pasar la noche, que se cubren todos los días".

Paco lee el manifiesto ante la mirada de la concejala de Servicios Sociales, Eva Contador.

Paco lee el manifiesto ante la mirada de la concejala de Servicios Sociales, Eva Contador. / Óscar Barrionuevo

El problema de la vivienda

El acceso a la vivienda sigue siendo un obstáculo insalvable para la mayoría de las personas sin hogar, cuyos ingresos no son suficientes para cumplir con las expectativas del mercado libre o de Vimcorsa, no son bien recibidos por los propietarios cuando su renta va a depender de una ayuda pública y tampoco tienen posibilidad de acceder a una vivienda social o pública, dependiente de AVRA, porque la demanda supera con creces la escasa oferta disponible.

En esta situación, las posibilidades de acceder a un puesto de trabajo se complican. Según los agentes sociales, "los que tienen posibilidad de trabajar en la hostelería, por ejemplo, acaban abandonando porque no pueden cumplir con las exigencias de aseo o descanso que requiere el puesto".

La crisis económica y los casos crónicos disparan la demanda de atención social en las entidades de la Red Cohabita

Respuesta del Ayuntamiento de Córdoba

Ante esta realidad, la concejala de Servicios Sociales, Eva Contador, ha recordado que este año se han puesto en marcha unas ayudas al alquiler de habitaciones de 3.000 euros al año pensadas en parte para este colectivo, para que puedan alquilar una vivienda junto a otras personas en la misma situación. El problema es conseguir una vivienda en el mercado inmobiliario, de ahí que haya algunas entidades como Provivienda que se están ofreciendo para actuar como aval. También ha adelantado que su departamento está trabajando para completar la instalación de mobiliario en el centro de emergencia habitacional, que confía que empiece a funcionar a principios de 2024, al igual que el anexo construido en la Casa de Acogida, pendiente también de una última mejora.