urbanismo

Las parcelaciones de El Alamillo y Campiñuela Norte trabajan para alcanzar sus objetivos

Los núcleos irregulares pueden adelantar servicios básicos mientras trabajan por la plena legalidad

Noelia Santos

Noelia Santos

Como representante vecinal de El Alamillo habla Rafael Mora, que detalla que en este caso la ley Lista ha supuesto un beneficio para la zona con la concesión de varios AFO (Asimilado Fuera de Ordenación), una figura que existe en Andalucía desde 2012 para edificaciones construidas sin licencias y legalmente prescritas. 

También podrían adelantar servicios (en este caso, agua y saneamiento), pero la ley solo lo permite si en la parcela existe vivienda, y quien tiene terreno, pero no tiene casa, no está dispuesto a pagar. El camino a la legalidad es largo y en El Alamillo están a la espera de poder aprobar el proyecto de reparcelación, previa inscripción en el Registro de la Propiedad. Para poder ejecutar este paso tienen que recaudar el dinero de los vecinos, pero, como reconoce Mora, el proceso de recaudación es «lento».

Además, también están pendientes de que se legalice el pozo común con el que se surte de agua a los residentes de este núcleo poblacional. Sin embargo, este paso no es nada fácil, dadas las restricciones que en este sentido pone la CHG al existir un periodo de sequía. 

Pozo comunitario en El Alamillo.

Pozo comunitario en El Alamillo. / MANUEL MURILLO

Campiñuela Baja Norte

Antonio Moya es representante vecinal de Campiñuela Baja Norte, que aspira a conseguir los servicios básicos. Cree que la ley Lista «posibilita el adelanto» de esos servicios, pero también opina que siguen existiendo «recovecos» que hay que ir sorteando si se quiere llegar a esa meta. 

Lo positivo de Campiñuela Baja Norte es que todos los vecinos están unidos y están dispuestos a desembolsar el dinero necesario, que es algo que no ocurre en todos los núcleos. Los vecinos de la zona han entregado a Emacsa, tras varios cambios, su proyecto de agua y alcantarillado (sí tienen electricidad) y están a la espera de obtener el visto bueno para presentarlo en Urbanismo, obtener licencia, y empezar a pedir presupuestos para poder acometer las obras.

Pero estos pasos, como indica Moya, no son sencillos ni rápidos. El representante vecinal recuerda que él compró su parcela en 1977 y siempre se ha hablado de que se van a conseguir cosas sin que, finalmente, se haya adelantado mucho camino. Sobre la Lista añade que se aprobó en 2021 «y estamos rozando 2024» sin que, de momento, hayan percibido los cambios reales. 

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