Cómo evitar los 3 o 4 kilos de más que se pueden ganar en verano

La especialista en Endocrinología del hospital Reina Sofía Conchi Muñoz aconseja planificar la dieta y minimizar los excesos

Recomienda hacer ejercicio físico en las horas de menos calor para contrarrestar lo que se come de más en vacaciones

Los helados se pueden integrar en una dieta, que sea variada y saludable.

Los helados se pueden integrar en una dieta, que sea variada y saludable. / MANUEL MURILLO

M.J. Raya

M.J. Raya

Durante el verano, época en la que se sale más a comer y beber fuera de casa que el resto del año y en la que quien puede disfruta de vacaciones, hay quien llega a añadir 3 o 4 kilos a su peso inicial, resalta la especialista en Endrocrinología y Nutrición del hospital Reina Sofía Conchi Muñoz. Esta experta apunta que, si el aperitivo de media mañana o la merienda, en lugar de ser una fruta o un alimento menos calórico, consiste en una tapita de jamón o queso con una cerveza o en un helado, esas calorías luego hay que restárselas al almuerzo o la cena porque forman también parte de la comida.

«Si nos permitimos a diario durante el verano muchos poquitos excesos, los mismos acabarán convirtiéndose en grandes excesos, con lo complicado que resulta luego perder los kilos de más", indica. Para evitar engordar demasiado, Muñoz aboga por planificar la dieta, por minimizar las comilonas y por no convertir lo ocasional en frecuente, a la vez que aconseja hacer ejercicio físico en las horas de menos calor para contrarrestar lo que se esté comiendo de más. 

Condición genética relacionada con la obesidad

Conchi Muñoz resalta que, al margen de la dieta y de la cantidad de alimentos que se tomen, existen factores genéticos y hereditarios que influyen para que unas personas tengan más propensión a la obesidad que otras, aunque precisa que esa determinación se puede modelar o frenar en parte con la adopción de saludables hábitos de vida.

Esta especialista del hospital Reina Sofía recuerda que las personas con obesidad presentan mayor riesgo cardiovascular, con más posibilidad de sufrir un infarto o una trombosis cerebral. También tienen más posibilidades de padecer diabetes tipo 2 (relacionada con el exceso de peso); hipertensión; apnea del sueño; problemas de fertilidad y cáncer ginecológico o de colon.

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