Fallece a los 82 años el empresario de la automoción Rafael Arroyo Osuna

 Ha fallecido a los 82 años de edad el empresario de la automoción Rafael Arroyo Osuna (Santaella, diciembre de 1939). En una entrevista concedida a este periódico en el año 2018, junto a su compadre Antonio Gallardo, Rafael recordaba que sus inicios fueron en los años sesenta. Eran tiempos en los que el concesionario estaba obligado a rellenar un documento y hacer la solicitud de la venta del vehículo al Ministerio de Agricultura, «y cuando pasaba año o año y medio, te llamaban, ibas, pagabas el coche, y te lo entregaban, con lo cual no había una venta como hoy se conoce, sino que cuando se necesitaba un vehículo se solicitaba de esta manera», comentaban. 

Rafael Arroyo comenzó a trabajar como vendedor en el año 1964, concretamente en Talleres Constant, donde estuvo veinte años. En esa época se crearon tres concesionarios en Córdoba, Molina Hermanos (SEAT), Juan Millán (Renault) y Talleres Constant (Critroën). 

Eran momentos en los que la fórmula de venta consistía en estar en la calle, quedando en la casa del cliente y llamando puerta a puerta. Era otra época, en la que cuando se vendía un coche, se ganaba un amigo, «ya que ello suponía todo un acontecimiento en la familia», recordaba Rafael Arroyo, que también estuvo tres años trabajando en Citroën-Jaén, para posteriormente ser nombrado director de Opel en Córdoba. 

También pasó por Dipauto (BMW), con Manuel Ibañez, Rafael León y Paco Canovaca; y por último se instaló por su cuenta con Lancia y Fiat, bajo la enseña del concesionario Arroyomotor. Finalmente estuvo de director comercial en Ford hasta su jubilación. Su compañero Antonio Gallardo muestra su pesar «por la pérdida de un gran compadre, compañero y amigo del alma». Rafael Arroyo perdió a su esposa, Marina, que ayer celebraría su santo, hace algo más de tres años. Ambos eran padre de tres hijos, Noelia, Rafael Ignacio y Alicia.