La empresa H10 Hotels, que preveía gestionar el hotel de cuatro estrellas en el que iba a convertirse el convento de Santa Isabel, en la calle Santa Marina (muy cerca de la iglesia del mismo nombre) en Córdoba capital, ha desistido del proyecto. Según ha adelantado ABC y ha podido confirmar este periódico, H10 Hotels, que gestiona el cuatro estrellas Palacio Colomera, en la plaza de las Tendillas, no continúa con su intención de rehabilitar el convento para convertirlo en hotel.

Clave en este desistimiento es la compra por parte de H10 de dos inmuebles en la calle Duque de Hornachuelos para ampliar el hotel de las Tendillas. Los números 1 y 3 de la citada calle servirán para dotar de 61 habitaciones más al Palacio Colomera, que en una idea inicial y que no llegó a cuajar iba a ser ampliado con el edificio del antiguo Simago, propiedad de El Corte Inglés, y que ahora está también a la venta.

De esta forma, se da carpetazo al proyecto de Santa Isabel que, a lo largo de los últimos años, ha pasado por distintos procedimientos hasta, incluso, obtener licencia por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) y el visto bueno de Cultura para su rehabilitación, teniendo en cuenta que se trata de un bien protegido.

En 2016, las clarisas vendieron el convento a la sociedad Ariete 2016 (que en su momento tenía inscrito en el Boletín Oficial del Registro Mercantil como socio único a H10 Hotels). Los problemas no fueron escasos, pues el decimotercer marqués de Villaseca, Eduardo Cabrera Muñoz (Marina de Villaseca fundó el convento en el siglo XV), intentó que el proyecto no siguiera adelante al entender que el uso hotelero no debía ser su destino.

Aun así, los permisos necesarios fueron concediéndose y la licencia de obra estaba concedida desde el año 2019. El proyecto preveía un hotel con capacidad para 68 habitaciones, en vez de las 70 inicialmente previstas, e iba a contar con cafetería/restaurante con cocina y sin música. De esas 68 habitaciones, tres iban a ser junior suites. El aforo previsto era de 132 plazas de alojamiento y 230 personas en las zonas de utilización colectiva, como la cafetería, los salones y el comedor de la planta baja. El establecimiento iba a conservar 977 metros cuadrados de patios y más de 400 metros cuadrados de salones. La inversión total, entre la compra y la rehabilitación del edificio, superaba los 11 millones de euros.