La Corporación municipal hizo pleno al 15, en realidad al 8, que fue el número total de mociones políticas aprobadas esta mañana: la condena unánime a la invasión de Ucrania; la solicitud a la Junta para que declare la Semana Santa de Córdoba Fiesta de Interés Turístico de Andalucía; un plan de acción y de limpieza para el barrio del Guadalquivir; un plan para prevenir el suicidio; la petición de comparecencia de la concejala de Casco Histórico, María Luisa Gómez, y una propuesta más para restablecer el paso de los caminos públicos cerrados, como el del Bañuelo, en la Sierra. Precisamente, Manolo Trujillo de Ecologistas en Acción reclamó acción a los responsables políticos: «Estoy metido en un juicio porque el Ayuntamiento no vela por sus propiedades».
Esas seis salieron adelante por unanimidad y se aprobaron dos mociones más con debate (lo que sucede cuando no hay consenso) y con el voto en contra de Vox. Una de ellas, propuesta por el PP en la cercanía del 8M, que pide al Ejecutivo de Pedro Sánchez el mantenimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y que contó con los votos a favor de todos (la izquierda para repartir incluyó tareas para el gobierno local) menos los de Vox, que votó en contra e incluso renunció a su turno de intervenciones en esta materia en la que este partido es negacionista. La anécdota fue que la portavoz de Podemos, Cristina Pedrajas, empleó parte de su tiempo en pedir un minuto de silencio por las mujeres asesinadas por la violencia machista y por sus hijos, que todos los grupos tuvieron que secundar.
Y la última moción aprobada fue para respaldar la lucha de las trabajadoras de la limpieza, que asistieron al salón de plenos junto a las empleadas de la ayuda a domicilio, y en la que Vox también dijo no (por no tratar, argumentó su portavoz, temas que competen al Pleno, si bien sí apoyaron la moción de Ucrania).
La propuesta se aprobó con la abstención de PP y Cs, que justificaron el sentido de su voto por estar de acuerdo con todo (a saber: que las limpiadoras del SAS dejen de cobrar en torno a 800 euros al mes y eso haciendo extras y alcancen al menos el salario mínimo, y en pedir a la patronal que se vuelva a sentar en la mesa de negociación), menos con el punto que denuncia que la Junta de Andalucía no respetó el derecho de huelga de estas trabajadoras al establecer unos servicios mínimos del 100%.
Todo esto ocurrió el mismo día que se hizo oficial la entrada del partido de Santiago Abascal en el gobierno de Castilla y León, una noticia que anunció la propia portavoz de Vox en Capitulares, Paula Badanelli: «Si vuelven a ganar gobernarán con la tutela de Vox», espetó a los populares, dando por muertos a Cs, y no se supo si lo hizo como celebración o como advertencia.
