El teniente de alcalde de Urbanismo, Salvador Fuentes, y el portavoz municipal del PP, Miguel Ángel Torrico, viajan hoy a Madrid para reunirse con responsables del Ministerio de Defensa para seguir negociando la cesión de Caballerizas Reales y el resto de inmuebles de titularidad militar (la Farmacia militar, los pabellones de Lepanto y el antiguo cuartel de la Trinidad) al Ayuntamiento de Córdoba. La reunión tendrá lugar en el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied), un organismo vinculado al ministerio que preside Margarita Robles.

El teniente de alcalde de Urbanismo indicó ayer a este periódico que van «con la mejor voluntad para alcanzar un acuerdo beneficioso y útil para la ciudad y para Defensa, que en todo momento ha demostrado su voluntad y colaboración para llevar a buen fin estas negociaciones». No obstante, desde el equipo de gobierno subrayan las dificultades que rodean esta negociación y añaden que son «conscientes de que si no es posible, no es posible, y no vamos a seguir negociando lo imposible técnica y económicamente».

La postura de firmeza que el gobierno municipal exhibirá hoy en Madrid y que se infiere de las palabras del propio Fuentes incluye la posibilidad de poner fin a la negociación por la imposibilidad de que ambas administraciones lleguen a un acuerdo en la tasación de los inmuebles. De esta cesión dependen no solo la regularización de la situación de Caballerizas, actualmente gestionada por Córdoba Ecuestre, sino la culminación de la reforma de la Ronda del Marrubial y del proyecto de mercado previsto en los terrenos de la antigua Farmacia militar.

A finales de enero, Miguel Ángel Torrico reconocía que el preacuerdo de la anterior Corporación, que presidía Isabel Ambrosio, con Defensa no estaba «en absoluto cerrado», y que era mentira lo que PSOE e IU aseguraron al final de su mandato de que la cesión se haría de forma inminente. Los actuales responsables políticos no consideran adecuada la valoración económica que se hizo entonces de los inmuebles, ya que ni siquiera recibió el respaldo de algún técnico de Urbanismo ni de la Intervención.