ACTUALIDAD BLANQUIVERDE

El Córdoba CF y El Arcángel: el final a tres décadas de embrollos

Ocho alcaldes han pasado por Capitulares hasta la llegada del primer pliego de cesión que se ejecutará a favor del Córdoba CF

José Miguel Salinas fue el primero en usar contablemente el estadio para equilibrar cuentas y Carlos González el que hizo el primer planteamiento de compra del inmueble

La llegada de Antonio Fernández Monterrubio desatascó las divergencias surgidas tras el primer pliego

Vista aérea del estadio municipal El Arcángel.

Vista aérea del estadio municipal El Arcángel. / MANUEL MURILLO

Ignacio Luque

Ignacio Luque

El pliego para la cesión de El Arcángel al Córdoba CF zanja un debate que tiene la misma edad que el estadio, es decir, 30 años. Desde mediados de los años 90, y sobre todo a partir de la conversión de la entidad blanquiverde a Sociedad Anónima Deportiva, la historia de la cesión del edificio y los problemas que ha generado formaron parte de la historia del club blanquiverde. El paso que van a dar el Ayuntamiento y el Córdoba CF, ahora bajo los designios de Infinity, se antoja definitivo.

Un estadio cercado por los obstáculos

Pero lo cierto es que el Córdoba CF fue hasta ahora un inquilino de El Arcángel en precario. No ha existido en vigor, hasta ahora, ningún acuerdo escrito sobre los derechos y deberes del Córdoba CF para con el estadio municipal, lo que ha generado no pocos problemas a lo largo de décadas. Mucho menos, ningún documento en el que se especificara derechos y deberes del Córdoba CF con El Arcángel y era un sueño convertido siempre en pesadilla la posibilidad de explotar comercialmente el recinto.

José Miguel Salinas, en el palco de El Arcángel, durante la fallida venta a Gaucci (detrás).

José Miguel Salinas, en el palco de El Arcángel, durante la fallida venta a Gaucci (detrás). / A.J. GONZÁLEZ

Los últimos intentos, desde la parte del Córdoba CF, se hicieron insistentes con la llegada de José Miguel Salinas a la presidencia blanquiverde y la necesidad de aportar algo de patrimonio al club ante sus problemas económicos en la última fase de la etapa de Prasa. Ya en la temporada 2010-11, concretamente en marzo del 2011, el club consultó al Consejo Superior de Deportes para saber de la actividad de otro club de Segunda División que ya había insertado en sus balances contables el valor del inmovilizado del estadio, cedido también por el Ayuntamiento de la ciudad. El CSD confirmó que era factible, por lo que la entidad blanquiverde se dio cuenta entonces que a septiembre del 2010 no había utilizado esa arma para poder equilibrar el balance de la sociedad. Así, y dadas las modificaciones efectuadas en el Plan General de Contabilidad en el 2008, el club consultó al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda), la manera de contabilización de esa cesión del inmueble. El ICAC confirmó, por un lado, la posibilidad de realizar el apunte y, por otro, la manera de hacerlo. Así, el Ayuntamiento cerró el valor de la infraestructura en 29,6 millones de euros y señaló la vida útil de El Arcángel en 50 años. Aplicando un reparto lógico en ese medio siglo aparecería que el valor de la construcción estaría en torno a los 23,5 millones. Pero esa sería una valoración de la cesión "en precario". Si se seguía teniendo al ICAC como referencia a la hora de contabilizar tanto la construcción como su cesión había que incluir también la valoración futura, que se iría a los 23,69 millones de euros. Y así es como quedó reflejado en las cuentas del club desde la primavera del 2011 por primera vez en la historia del club. Esa fue la llave que utilizó el Córdoba CF cuando Prasa no tenía capacidad de respuesta y fracasaron los intentos de venta.

González vio que "nunca se haría" y planteó la compra

Por lo tanto, el único paso que se logró dar se hizo 17 años después de la inauguración de El Arcángel y fue el derecho de uso contable para equilibrar las cuentas del Córdoba CF ante la extrema necesidad que tenía la entidad blanquiverde para equilibrar su balance.

Carlos González y José Antonio Nieto, en El Arcángel, en 2011.

Carlos González y José Antonio Nieto, en El Arcángel, en 2011. / SÁNCHEZ MORENO

Llegó Carlos González en el 2011 y, de nuevo, el Córdoba CF tenía como único patrimonio una plantilla deportiva que había que cambiar por completo y, además, hacerlo en pleno proceso de concurso de acreedores, con una deuda concursal reconocida de más de ocho millones de euros. El Córdoba CF no tenía ni estadio ni Ciudad Deportiva y sufría unas cuentas también en precario. Y ése fue el objetivo que se marcó Carlos González en el Córdoba CF: dotarle de patrimonio.

No lo consiguió. El máximo accionista de la entonces propietaria del Córdoba CF, Ecco Documática, llegó a proponer incluso una compraventa de El Arcángel, algo a lo que la entonces alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, se negó en redondo. El Córdoba CF tenía como máximo dirigente por primera vez a una persona de fuera de la ciudad y las relaciones entre el club y el Gobierno local no fueron nunca las mejores, precisamente. La guerra planteada con la Ciudad Deportiva del Parque del Canal, cuyos primeros pasos para la cesión de terrenos se tumbaron con Ambrosio en la Alcaldía y Pedro García en la Gerencia de Urbanismo, no ayudaron a poder avanzar para que el Córdoba CF tuviera, por fin, un contrato de cesión de El Arcángel. De hecho, ya en aquella etapa hubo quejas públicas desde la planta noble de El Arcángel sobre el coste del mantenimiento del estadio o lo oneroso que resultaba el consumo de electricidad del estadio municipal, ya que el contrato con la suministradora lo hizo una empresa municipal que ya no existe y fue realizada como instalación provisional, de obra.

Justo al ascender el Córdoba CF a Primera, el propio Carlos González, en una entrevista a este periódico aseguró que «el convenio de cesión no se firmará nunca. Vamos a quitarnos ya la careta», ya que «el alcalde tiene un problema, y es que en este Ayuntamiento manda la interventora. Entonces, con la iglesia hemos topado». Una manera como otra cualquiera de reconocer que, ante todo, estaba la legalidad y que la normativa urbanística no permitía determinados usos del edificio municipal.

Porque esa siempre ha sido la madre del cordero. El cambio de usos (o señalamiento por primera vez de los mismos) de El Arcángel, en lo que han estado inmersos Ayuntamiento y Córdoba CF, que mostró públicamente su intención de construir hoteles, residencias universitarias, espacios de aprendizaje y desarrollo para elementos de inteligencia artificial y otros estudios universitarios o espacios de ocio y restauración, como informó en estas páginas el entonces consejero delegado de la entidad blanquiverde bajo la era de Infinity, Javier González Calvo.

La fallida Ciudad del Ocio

Así, tomando como referencia lo señalado en los planos, tanto el PGOU como las diferentes normas que lo desarrollaron planteaban hace casi dos décadas que lo que había que desarrollar en El Arenal era la conocida Ciudad del Ocio, proyecto que se llevó por delante la crisis del ladrillo de finales de la primera década del siglo 21. La Feria, o más concretamente parte de ella, debía ir instalada en donde ahora se ve el aparcamiento del actual recinto ferial, es decir, al otro lado de la autovía.

Una vista interior del estadio municipal El Arcángel durante la pandemia.

Una vista interior del estadio municipal El Arcángel durante la pandemia. / CÓRDOBA

Por lo tanto, con la crisis cayendo sobre su cabeza, el Ayuntamiento se decidió por terminar, al menos, la modificación de El Arcángel. O para ser más exactos, se decidió por construir un nuevo El Arcángel, porque el actual estadio, en realidad, es un nuevo estadio, urbanísticamente hablando.

El pliego de UFC

Así, hace poco más de un año se supo que las alegaciones al primer pliego de cesión, que fueron presentadas por la entidad blanquiverde, planteaban un escenario de posturas divergentes, algunas de ellas en aspectos cruciales. La duración del periodo de concesión -el pliego marcaba 50 años, el club solicitaba 75-, el coste de las obras -el Ayuntamiento cifraba el coste en 12 millones, el Córdoba CF en «más de 16»-, los plazos de ejecución -de 18 meses en el pliego a 24 que planteaba el club- y el plan de usos al margen de lo deportivo -fundamentales en la viabilidad económica del club cordobesista en el futuro- eran los puntos más destacados en el documento entregado por el Córdoba CF en el Ayuntamiento.

Esas posturas, una vez llegada al Córdoba CF una nueva cabeza visible, se acercaron en los últimos meses, al punto que el planteamiento es bastante diferente en varios conceptos. Sin ir más lejos, en el tiempo de concesión. Mientras que en estos últimos años se ha hablado de 50 o 75 años, según se mirara al Ayuntamiento o al Córdoba CF, el nuevo pliego apunta a una concesión de cuatro años ampliable a otros cuatro y así, sucesivamente, en bloques que nunca sobrepasarían los ocho años.

Pero más allá de ese pliego y aspiraciones del actual Córdoba CF sobre el estadio municipal, resolver los problemas legales, algunos de calado, que tiene El Arcángel es el mayor reto a solventar no sólo por el Córdoba CF, sino también por el Ayuntamiento.

Ocho alcaldes han pasado por Capitulares hasta que el nuevo pliego de cesión de El Arcángel al Córdoba CF ha visto la luz. Decir “nuevo” es tanto como decir el único. Herminio Trigo, Manuel Pérez, Rosa Aguilar y Andrés Ocaña, de IU; Isabel Ambrosio, del PSOE, y Rafael Merino, José Antonio Nieto y José María Bellido, del PP. Más de una decena de gobiernos locales han pasado por el Ayuntamiento hasta que la regulación del Córdoba CF con su estadio y su ciudad ha podido hacerse realidad.

La opción de compra

Paralelamente, hace poco más de un año, en verano del 2022, y en estas mismas páginas se señalaba que el Córdoba CF quería volver a ser propietario de su casa, 30 años después de que tuviera que irse a jugar de prestado. Unión Futbolística Cordobesa (Infinity) planteó al Ayuntamiento de Córdoba la compra del estadio municipal unos meses antes, tal y como hiciera hace ya casi una década Carlos González. Como primera referencia para el debate sobre su coste, los nuevos propietarios de la entidad blanquiverde plantearon la tasación que se hace del mismo, ligeramente por encima de los 33,5 millones de euros. Fuentes blanquiverdes apuntaron en su momento que «ante los problemas que genera la instalación y también a la hora de realizar la cesión, por ejemplo, como hemos visto, pues nosotros le planteamos al Ayuntamiento esa opción: comprar el estadio para eliminar trámites y poder realizar todo lo que ya le hemos planteado al Gobierno local». La capacidad del fondo bareiní está ahí, por lo que la propuesta era más que seria. De hecho, fuentes municipales la confirmaron en su día a este periódico. «Sí, el valor de compra estaría en torno al valor de tasación, por encima de los 30 millones de euros», informaron a este periódico, aunque también reconocieron las múltiples dificultades para poder vender el estadio municipal que, hay que recordar, es la instalación en la que más dinero público se ha empleado en Córdoba en toda su historia. Esas mismas fuentes municipales valoran que el estadio municipal ha supuesto para las arcas públicas no menos de 45 millones de euros en un cálculo conservador. La amortización anual deja su actual valor en esos 33,5 millones de euros de los que habló en su momento el alcalde de Córdoba, José María Bellido, durante el anuncio de la aprobación del anterior pliego de condiciones por parte de la Junta de Gobierno local, en el salón de plenos del Ayuntamiento.

Ya no será necesario. El Córdoba CF concurrirá libremente para obtener la cesión de El Arcángel y, por fin, podrá hacer mucho más que “gestionar el césped”, como ha comentado en más de una ocasión el consejero delegado de la entidad blanquiverde, Antonio Fernández Monterrubio. Desde el naming hasta la explotación publicitaria pasando por diversos usos, el Córdoba CF y el Ayuntamiento de Córdoba han logrado poner fin a 30 años de embrollos.

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