El nuevo Córdoba CF gusta y asusta a partes iguales. Lo primero lo hace para delirio del cordobesismo, mientras que lo segundo va más dirigido a sus rivales del Grupo 1 de Primera RFEF, que esta temporada tendrán que cruzarse con un debutante algo atípico en la categoría. Tras saldar el primer envite del calendario, con suma efectividad y los tres puntos como rédito ante el Unionistas (4-1), el talante de los de Germán Crespo comienza a dejar de ser una novedad para la nueva división de bronce a la que aterrizan, donde llegan manteniendo las señas y gran parte del bloque campeón en Segunda RFEF como estandartes, junto a una andanada de fichajes de calibre para dotar de ese salto de calidad necesario al prometedor grupo. Todavía es pronto, es una obviedad, aunque el resultado tras este primer duelo no hace sino reafirmar la exitosa receta de la pasada temporada 2021-2022, una fórmula que espera repetirse este curso y que ya arroja grandes resultados desde el inicio.
La mano de Germán Crespo con la nueva plantilla ya pudo verse reflejada precisamente durante el choque del estreno ante el cuadro salmantino, en el que hasta 10 de los 16 futbolistas empleados también fueron partícipes del ascenso durante la anterior campaña. Desde el inicio, todas y cada una de las líneas, a excepción de la portería, encontraron alguna cara nueva entre sus filas, como en la defensa con Jorge Moreno y Calderón, en la medular con la entrada de Diarra, o en el tridente de ataque con la irrupción de Carracedo.
El resto fue lo viejo conocido, con sus marcas características intactas: Carlos Marín siguió siendo decisivo cuando se le necesitó, Puga y Gudelj aportaron la solvencia que acostumbran, Javi Flores y Miguel De las Cuevas desplegaron y regalaron juego, mientras que Simo y Antonio Casas continuaron a lo suyo, siendo diferenciales. El resultado de la ecuación terminó siendo una goleada abultada por una pegada descomunal, con el antiguo bloque como protagonista para alegría de un El Arcángel que se vistió otra vez de gala.
La aportación del banquillo también siguió la misma línea, al igual que durante todo el pasado curso, con la segunda unidad como encargada de finiquitar los partidos cuando en el rival comenzaban a flaquear las fuerzas. En este contexto tomaron partida otros dos de los nuevos fichajes, Kike Márquez y Cedric Teguia, que junto a Adrián Fuentes, José Ruiz y Willy Ledesma abanderaron la relativa tranquilidad del último tramo de partido, incluso con goles, como el que anotó el de Torremejía, a asistencia de Márquez, previa contra encauzada con muchísima potencia por Adrián Fuentes.
Los fichajes: rendimiento inmediato
Al igual que durante el pasado ejercicio, la sintonía entre las piezas del bloque cordobesista siguió siendo diferencial ahora también en una superior categoría, en la que parece que nada ha cambiado para muchos de los jugones que ya deslumbraron anteriormente, aunque sumados a la inestimable colaboración de las caras nuevas del proyecto. Fue un estreno en el que se vio especialmente cómodos a algunos recién llegados como Jorge Moreno o José Calderón desde la primerísima línea del campo, con contundencia y solvencia para el central madrileño, y un despliegue sobresaliente tanto en defensa como en ataque para el lateral paradeño, que una vez dejadas atrás sus molestias es un filón.
También pudo verse en su salsa a Youssouf Diarra, compartiendo dupla con Javi Flores, demostrando que su calidad, trabajo y sacrificio han sido un acierto de lleno por parte de la secretaría técnica. Por último, lo de Carracedo no quedó en absoluto atrás, siendo éste el autor del histórico primer gol del Córdoba CF en su entrada a Primera RFEF, además del encargado de abrir la lata ante un rocoso Unionistas en El Arcángel.
La entrada de futbolistas como Kike Márquez o Cedric Teguia durante el último tramo de partido también ayudó de forma mayúscula a consolidar la victoria, con grandes arrancadas e incluso una asistencia a su socio por excelencia, Willy Ledesma, en lo que respecta al sanluqueño, y un trabajo defensivo encomiable para el extremo hispano-camerunés, que a pesar de no prodigarse en exceso en ataque, aportó lucha y oxígeno en la retaguardia cuando los salmantinos más se lanzaron a la desesperada. Sin duda, fue un debut "soñado" para prácticamente todas y cada una de las partes, con la primera victoria de la temporada y grandes sensaciones. Esto no ha hecho más que empezar.
