Durante el mes de mayo, Córdoba se convierte en uno de los destinos turísticos más apetecibles para aquellos viajeros nacionales e internacionales que buscan deleitarse con su gastronomía, arquitectura y ocio. Una de las fiestas más famosas que se celebran en este periodo primaveral, además de las Cruces de Mayo y la Feria de Nuestra Señora de la Salud, es el popular Festival de los Patios Cordobeses, recintos que fueron reconocidos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2012. Pero si lo que quieres es huir de las aglomeraciones y los circuitos turísticos más típicos, aquí te ofrecemos una propuesta de enclaves menos abarrotados que, sin embargo, encierran suficientes atractivos para no perdérselos.

¿Qué lugares debo visitar en Córdoba?

Cuesta del Pero Mato

Si viajas a Córdoba, es muy probable que escuches hablar sobre la cuesta del Bailío, desde la que se asciende a la famosa Plaza de Capuchinos, en la que se encuentra el Cristo de los Faroles. Ambas son famosas por su historia y su buen ambiente durante el Mayo cordobés, aunque existe otra cuesta que pasa desapercibida para la mayoría de los turistas. Se trata de la cuesta de Pero Mato, calle en la que se produjo un histórico asesinato. El trío amoroso de Pedro Pera Mato, su mujer Beatriz Cano y el amante de esta, un joven de la familia de los Páez de Castillejo, que terminó en una tragedia que ha perdurado con el paso de los años.

Podemos llegar a ella partiendo de la plaza de Jerónimo Páez, un lugar tranquilo donde pasear y parar a tomarse algo por el núcleo urbano. La cuesta se identifica con claridad, ya que, cuando subimos por sus anchos escalones, se respira un ambiente de tranquilidad envolvente gracias a los altos muros de los edificios colindantes que la cubren. Allí, en la misma plaza de la que surgen sus peldaños ascendentes, se encuentra el Museo Arqueológico de la ciudad, una de nuestras siguientes paradas.

Cuesta de Pero Mato. A. J. GONZÁLEZ

Museo Arqueológico y Etnológico

Tras bajar la cuesta de Pero Mato, nos encontramos ante una de las riquezas históricas cordobesas. Tiene su sede en el Palacio de los Páez de Castillejo desde la década de los 60 del pasado siglo, y recoge los restos de materiales del patrimonio histórico de toda la provincia desde el comienzo de la prehistoria hasta la época de Al-Ándalus. Sus ocho salas y tres patios porticados permiten que su visita sea un viaje por la historia de Córdoba y sus civilizaciones.

Esta construcción fue ampliada en 2011, inaugurando un nuevo edificio contiguo, el cual ofrece nuevos espacios para el público. Entre todos estos nuevos lugares, la planta del sótano alberga el antiguo teatro romano de la ciudad, completamente restaurado y con un fácil acceso al turismo. Además, su entrada es totalmente gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea.

Entrada al Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba. CÓRDOBA

Zoco municipal de Artesanía

Si quieres llevarte algún recuerdo original y característico de la ciudad, en la calle Judíos, junto a la plaza de Maimónides, hallamos dentro de la judería cordobesa el Zoco Municipal, parte emblemática de la Casa de las Bulas. Fue declarado como Inmueble de Interés Cultural y se trata del primer mercado de artesanía creado en España, concretamente en 1954. Su objetivo era recrear los mercadillos árabes en los que los artesanos creaban sus piezas únicas ante la mirada de los visitantes, tradición con la que los artistas cordobeses han continuado a lo largo de los años.

A día de hoy, todos los visitantes pueden encontrar una gran variedad de artículos de cerámica, cuero, joyas (con la conocida filigrana cordobesa), etcétera. Acoge numerosas actuaciones de cante jondo durante el Festival de los Patios y es uno de los lugares autóctonos más reconocidos.

Artista local exponiendo sus obras en el Zoco Municipal. CÓRDOBA

Capilla de San Bartolomé

Dentro de lo que durante los siglos XVIII y XX fue el hospital del Cardenal Salazar, que hoy ocupa en gran parte la Facultad de Filosofía y Letras, se ubica la Capilla de San Bartolomé, todo un tesoro oculto que merece la pena conocer de primera mano. Se trata de un edificio construido entre el siglo XIV y XV con una arquitectura muy diferente en su fachada respecto a su interior. Cuenta con dos entradas: la primera, con un pórtico de triple arcada como recibimiento, se abre paso a un patio interior que también se comunica con la calle Averroes; la segunda da directamente a la capilla lateral. En esta estructura restaurada durante los años 60, los muros reflejan la fusión cristiana y árabe cubiertos de yeserías y de zócalos de azulejo con escudos de la Orden de la Banda, orden militar fundada por Alfonso XI de Castilla. Se puede visitar todos los días y su precio es de dos euros por persona.

Capilla de San Bartolomé, en Córdoba. A.J.GONZÁLEZ

Molinos del Río Guadalquivir

Cuando paseamos junto al río Guadalquivir, nuestra mirada inevitablemente nos conduce a la Mezquita-Catedral o el Puente Romano. Sin embargo, no podemos pasar por alto la gran red de molinos hidráulicos con los que cuenta la ciudad. Concretamente, son 11, situados a lo largo del curso: Albolafia, Martos, Enmedio, Casillas, Carbonell, Pápalo, Alegría, San Rafael, San Lorenzo, San Antonio y Lope García.

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Los antiguos molinos de Córdoba

Fueron construidos desde el siglo VIII al siglo XI durante la época musulmana, pero no fue hasta 2009 cuando se les inscribió en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. A día de hoy, todos se encuentran en desuso excepto tres de ellos: el molino de la Alegría, situado cerca del Puente de San Rafael y cuya función es turística, siendo la sede del Museo Paleobotánico o Real Jardín Botánico de Córdoba. Su entrada para adultos cuesta tres euros durante la semana y un euro los domingos, pero su horario es lo primero que se debe mirar antes de visitarlo. Además, podemos entrar al molino de Martos, localizado frente a la puerta homónima, con el Museo Hidrológico en su interior y entrada gratuita para los ciudadanos de la Unión Europea. Finalmente, se encuentra el molino de San Antonio, emplazado en las cercanías del Puente Romano y transformado en una sala de exposición, aunque solo se puede visitar con una reserva hecha previamente.

Molino de la Albolafia, próximo al Puente Romano. CÓRDOBA