La madre del niño de cuatro años que murió ahogado en el río Guadalquivir la noche del viernes quedó detenida ayer por la Policía Nacional por un presunto delito de homicidio, al considerarla responsable de la muerte del pequeño. Según todos los indicios, la mujer, de 49 años, habría intentado un suicidio y acabar con la vida de ambos lanzándose al agua desde el puente de Miraflores. La detenida, que anoche recibió el alta en el hospital Reina Sofía después de ser rescatada con síntomas de hipotermia y un fuerte shock emocional, pasará hoy mismo a disposición judicial.

El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, que calificó los hechos de “tragedia humana inexplicable”, confirmó que “todos los indicios” apuntan a “un intento de suicidio frustrado de la madre que se llevó por delante la vida de su hijo” al tirarse desde el puente. Primo Jurado, que apeló “a la sensibilidad” a la hora de tratar el tema, añadió que el caso está ya en manos del juez de guardia.

De su lado, la Policía Nacional informó de que desde un primer momento, por los indicios existentes y los testimonios recogidos, la Policía sospechó que detrás del fallecimiento del niño pudiera encontrarse un intento de suicidio de la madre al que habría arrastrado al pequeño.

Ella misma, según otras fuentes, habría declarado al tiempo de ser rescatada que había intentado quitarse la vida, aunque más tarde retocaría su versión diciendo que el niño se le había resbalado. En ningún momento aludió a problemas económicos para justificar su acción.

Ante la hipótesis del suicidio confirmada con el paso de las horas, y después de permanecer custodiada en el hospital Reina Sofía en tanto los médicos daban su permiso para que fuera interrogada,a primeras horas de la tarde de ayer la Policía procedió a su detención. La medida, explicaron, se debió tanto por los indicios existentes como para garantizar los derechos de la mujer, que de esta manera pudo declarar asistida de un abogado en tanto pase a disposición judicial hoy mismo y el juez de guardia tome una decisión sobre su imputación y la situación en la que queda.

El suceso ocurrió sobre las 22.30 horas de la noche del viernes a la altura del puente de Miraflores. Según las investigaciones, desde ahí la madre pudo arrojar al niño al río para inmediatamente tirarse ella. Los avisos de varios viandantes y de los servicios sanitarios, que ya se habían desplazado al lugar alertados por una llamada previa que apuntaba a que había una mujer indispuesta en la zona, desencadenaron un amplio dispositivo de policías, bomberos y miembros de Protección Civil.

La mujer fue rescatada junto al puente de San Rafael por dos agentes de la Policía Local que se lanzaron al agua. El cuerpo sin vida del niño fue hallado pasada la media noche, también muy cerca del puente y atrapado en unas ramas, después de peinar una zona de 500 metros.

El suceso conmocionó ayer Córdoba, aunque en Ciudad Jardín, barrio en el que vivían la mujer y su hijo, nadie parecía conocer que los protagonistas de la tragedia eran vecinos suyos. A lo largo de la mañana, tanto en los bares como en los comercios se habló de la noticia, pero sin referencias sobre de quiénes se trataba.

NO HABIA MALOS TRATOS Mientras, la mujer, que no tenía más hijos y que al parecer convivía con un hombre que era su pareja sentimental, estuvo custodiada en el hospital Reina Sofía hasta la noche, cuando recibió el alta. Ningún familiar, al menos durante la mañana, se acercó hasta allí. El padre del niño, según algunas fuentes, no vive en Córdoba. Tampoco se interesó nadie por el pequeño en el Tanatorio Municipal, junto a las instalaciones del Instituto de Medicina Legal, donde se le hizo la autopsia y nadie lo reclamó. Según fuentes cercanas al caso, no presentaba síntomas que hicieran pensar en episodios anteriores de malos tratos, determinando el ahogamiento como causa de la muerte.