No hay confirmación oficial de que la madre del niño que murió ahogado hubiera ingerido pastillas y alcohol antes de precipitarse al río con su hijo, pero algunas fuentes cercanas al caso consultadas por este periódico aseguraron que a la mujer se le habría encontrado en el bolso diversa medicación y que, incluso ella misma, habría comunicado al ingresar en el hospital que había tomado antidepresivos y unas cervezas. Esta circunstancia cuadraría, además, con una llamada recibida por el servicio de emergencias 112minutos antes del suceso. El aviso situaba a la mujer junto al Puente de Miraflores “indispuesta y desorientada”. Según fuentes del servicio de emergencias 112, un viandante dio aviso a las 10.25 horas de que había una mujer “indispuesta” en el Paseo de la Ribera, aunque sin poder explicar el origen de su estado. En el transcurso de la conversación con la operadora, incluso la mujer llegó a ponerse al teléfono, pero no supo explicar su situación. La operadora, que escuchó al niño de fondo, percibió que ocurría “algo raro”, pero “sin poder precisar si la madre estaba ebria o semiinconsciente”. Al insistirle a la mujer para que determinará dónde se encontraba, esta preguntó a unos chicos y fueron ellos los que le dijeron que se encontraba junto al Puente de Miraflores, en el entorno de la Cruz del Rastro. Con estos datos, el 112 dio aviso a los servicios sanitarios. Diez minutos más tarde, y casi al mismo tiempo, otra llamada de un ciudadano alertaba de que la madre y el niño habían caído al río y los servicios sanitarios requerían la presencia policial.