Paco Peralto acaba de recibir el premio Manuel Altolaguirre que concede la Asociación Colegial de Escritores de España, sección de Andalucía, por su mecenazgo cultural. Hemos tenido ocasión en nuestra ya curtida existencia de conocer editores fértiles pero ciertamente ninguno alcanza los límites imaginativos de Peralto, ninguno se engolfa en propuestas tan arriesgadas, ninguno logra sorprendernos una y otra vez con ideas vanguardistas que se superan hasta el infinito.

Peralto es un editor original en el sentido que Chateubriand nos descubre, no aquel que no imita a nadie sino a quien nadie puede imitar. Pero además se distingue por su fertilidad humana, por el constante esfuerzo manifiesto y graciable que derrocha en cuidar a los amigos, en tratarlos como si fueran de casa, en hacerlos sentir cercanos y acogidos. Y por ello goza de toda nuestra admiración y reconocimiento.