José Montilla destila una tranquilidad poco corriente en la agitada política española. Su sosegada oratoria y su gesto pausado remiten a una de sus máximas preferidas: hechos, no palabras. En un receso del pleno del Parlamento catalán, el pasado jueves, el presidente de la Generalitat accede a recibir a CORDOBA tras ser distinguido Cordobés del Año por este diario. Montilla evoca pasado y presente. Trae a la memoria la historia de un andaluz que viajó a Cataluña en busca de una oportunidad y que hoy se encarga de los destinos de siete millones de catalanes.

--¿Qué significado tiene para usted recibir una distinción como la de Cordobés del Año?

--La agradezco enormemente y creo sinceramente que no es tanto un reconocimiento a mi persona como a todos aquellos cordobeses, nacidos entre los años 50 y 60, que nos vimos obligados a emigrar para labrarnos un porvenir y un futuro mejor para nuestros hijos. Entiendo, por lo tanto, que es un reconocimiento individual, pero que de alguna manera también es un homenaje colectivo a muchos miles de cordobeses y andaluces anónimos que hoy viven por toda la geografía española y, especialmente, aquí en Cataluña.

--Dejó Córdoba en busca de oportunidades pero, ¿cómo chocó esa intención de prosperar con la realidad que encontró en Cataluña?

--La valoración que hago en mi caso y en el de mi familia de nuestra llegada a Cataluña es muy satisfactoria. Llegué junto a mi padre en autocar cuando tenía 16 años. El resto de la familia llegó unas semanas después. Me marché con la idea de buscar un futuro mejor y conocer una nueva tierra. Quería buscar nuevas oportunidades, como hicieron muchos andaluces y miles de personas de otros pueblos de España.

--Su llegada a la Generalitat le ha hecho entrar en la historia de Cataluña y Andalucía. ¿Cómo cree que le recordarán los libros de texto?--No me obsesiona lo que diga la historia de mí. Sí que me preocupan las cosas que me toca hacer y que se me pueda valorar por aquello que he hecho y no por aquello que soy. Ciertamente es un hecho relevante que por primera vez en la historia contemporánea Cataluña tenga un presidente no nacido aquí. Esto, entre otras cosas, pone de relieve la capacidad de acogida y de integración de este pueblo.--A pesar de esa capacidad de acogida, todavía hay gente que le reprocha sus orígenes...--A mí no me importa que me lo recuerden. Yo no he renegado ni he negado nunca mis raíces. Si para algunos, afortunadamente muy pocos, eso supone un inconveniente, lo siento por ellos.--¿Ha tenido alguna vez la sensación de ser catalán en Andalucía y andaluz en Cataluña? --Esa sensación me la han comentado muchas veces personas que tienen la misma condición que yo, es decir, que viven y trabajan aquí y se sienten catalanes, pero que tienen las raíces en otras tierras. Creo que uno se identifica con la tierra en la que trabaja y en la que han nacido sus hijos. Esta tierra quizás no le vio nacer, pero sí le verá morir.--¿Se sintió o le hicieron sentir alguna vez fuera de lugar?--En absoluto. Nunca me he sentido discriminado por mi origen andaluz. A ese respecto, a pesar de algunos tópicos que circulan en ciertos ambientes reducidos, el pueblo catalán es enormemente integrador.--¿Qué le ha aportado esta tierra desde que llegó y qué cree que le puede ofrecer usted?--Cataluña es la tierra en la que he crecido, donde he formado una familia, donde viven mis padres. Me siento enormemente gratificado de poder trabajar por ella. Lo que yo puedo dar, como muchas otras personas, es vocación de servicio público.--¿En qué momento pensó en ser president?--Lo consideré cuando Pasqual Maragall convocó elecciones anticipadas y anunció que él no se iba a presentar como candidato de los socialistas de Cataluña.--¿Como reaccionó el partido ante la candidatura de una persona nacida fuera de Cataluña?--No hubo ningún problema. La dirección del partido propuso por unanimidad que yo fuera candidato y se realizó una votación secreta e individual. Si no recuerdo mal, los votos positivos para que yo fuera candidato a president superaron el 99%.--¿Cree que Cataluña acoge a la inmigración de un modo distinto a como lo hace el resto de comunidades autónomas?--Estoy convencido de que Cataluña tiene una singularidad, que no la hace mejor ni peor, sino distinta. Hay que recordar que fue la tierra elegida por la mayoría de andaluces que dejaron su tierra. Entonces funcionaba lo que hoy se llama

--A pesar de esa capacidad de acogida, todavía hay gente que le reprocha sus orígenes...

--¿Ha tenido alguna vez la sensación de ser catalán en Andalucía y andaluz en Cataluña?

--¿Se sintió o le hicieron sentir alguna vez fuera de lugar?

--¿Qué le ha aportado esta tierra desde que llegó y qué cree que le puede ofrecer usted?

--¿En qué momento pensó en ser president?

--¿Como reaccionó el partido ante la candidatura de una persona nacida fuera de Cataluña?

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--¿Cree que Cataluña acoge a la inmigración de un modo distinto a como lo hace el resto de comunidades autónomas?

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