--¿Cree que a Andalucía le vendría bien un sentimiento nacionalista como el catalán?--Depende de lo que entienda por nacionalismo. En Andalucía también hay amor por la tierra. Seguramente con algunos elementos distintos a Cataluña, ya que aquí hay una lengua y una cultura singulares y unas instituciones históricas. Andalucía disfrutó de autonomía por primera vez después de la Constitución de 1978. Cataluña recuperó instituciones que se perdieron con la dictadura y que datan de 1359. Un pueblo no es más que otro, son fruto de su historia y de la ambición de su gente.

--¿Cómo han afectado esas dos culturas a su manera de ser?--La cultura catalana ha sido capaz de integrar y sumar. Hoy la integran personas que escriben en catalán y en castellano. La cultura catalana es la sardana, pero también es Ginesa Ortega o Antonio Poveda. Es una cultura enormemente rica y plural, abierta como lo es el pueblo catalán, por eso me he sentido parte integrante. La andaluza, si algo tiene en común con la catalana, por su misma ubicación mediterránea, es que ha estado siempre abierta a las influencias de las gentes que la han poblado. Cataluña y Andalucía comparten el mestizaje que las ha hecho ricas.

--Usted mejor que nadie conoce esa doble condición de catalán y andaluz. ¿Sabría concretarme qué diferencia a un modo de ser del otro?--No creo que haya un tipo único de catalán y un tipo único de andaluz. Por ejemplo, respecto al andaluz hay muchos tópicos: se supone que tiene que sesear, ser gracioso y contar chistes. No es así. Andalucía también es plural y no es lo mismo Córdoba que Cádiz o Málaga. Creo que la influencia de la historia es lo que determina los rasgos similares y distintos entre unos u otros.

--¿Y cómo se puede luchar contra esos tópicos?--Se combaten con el conocimiento, viajando y conociendo los pueblos, leyendo, aprendiendo su cultura y tratando de superar la banalización que tanto abunda hoy.

--¿Mezquita de Córdoba o Sagrada Familia de Barcelona?--No son excluyentes. Son obras distintas. Una es más contemporánea y además está por acabar. Me encanta el modernismo catalán y debo reconocer que seguramente me gustan más otras obras de Gaudí. La Sagrada Familia es impactante y es una de las atracciones turísticas más visitadas de Barcelona, pero hay algunas joyas del modernismo menos conocidas que son enormemente interesantes. Y por supuesto que me gusta la Mezquita y los elementos de la cultura omeya, como también me gusta Granada y la arquitectura nazarí. Eso es lo que tiene la cultura en España, que es un reflejo de los pueblos que han pasado por esta tierra de paso.

--Del arte al fútbol. ¿Se le divide el corazón ante un partido entre un equipo andaluz y otro catalán?--No soy un gran aficionado al fútbol. Solo tengo un carnet de socio de un club, que es el del equipo de mi pueblo, Cornellá, que milita en primera catalana. Creo que podría decir que soy del Cornellá.

--Esperemos que el Cornellá no suba a Primera porque un choque contra el Barça le pondría en un aprieto...--(Ríe) Creo que lo tiene muy difícil. De todos modos, a veces los milagros pasan.