Un sol tempranero se alzaba como protagonista en el cielo despejado de El Carpio que hacía presagiar una mañana agradable en el municipal de El Carpio tras un noche dura para los del gremio periodístico.

Con algo de retraso, mientras los jugadores del filial blanquiverde se iban retirando, con Damián Petcoff incluído, para dar paso a los grandes , se comenzaba a escuchar el bullicio de la primera plantilla. El cuerpo técnico hacía ya tiempo que estaba sobre el césped artificial colocando conos.

Ambiente sumamente relajado y distendido en el entreno de la primera plantilla. Sentó bien el descanso porque la última vez que se vio a los jugadores era todo caras largas tras la derrota ante el Deportivo de La Coruña, la segunda en casa y ante más de 16.500 espectadores.

Un moreno alto y sumamente corpulento acaparaba todas las miradas. "Que no, que ese es Razak", se decían unos y otros hasta que el sol desapareció y se quedó una mañana fría propia de invierno.

Obi se esforzaba por hacerse entender, aunque pocos lo entendía, salvo Xisco, que demostró su dominio del italiano de manos. "El uruguayo ha venido vestido de paisano", comenzó a extenderse el rumor por el municipal carpeño. Pero de Gunino ni rastro. en el Alto Guadalquivir.