"Estoy preocupado de lo bien que vamos". Esta frase del veterano militante Antonio Romero resume el ambiente que se vivía ayer en el hotel de Bormujos (Sevilla) donde se desarrolla la 19 asamblea de Izquierda Unida de Andalucía, que a diferencia de otras citas destacaba por su tranquilidad.

La presidenta de la asamblea es la cordobesa Elena Cortés y la representación cordobesa es la segunda más numerosa, con 84 delegados (el total de inscritos es de 520), tras la de Sevilla. Esta asamblea "es muy importante para Izquierda Unida porque es la primera que afrontamos formando parte de la Junta de Andalucía", comentó Pedro García, recientemente reelegido coordinador provincial de la coalición, "y elegir los miembros de la dirección va a tener una gran importancia para la propia Andalucía, en un ejercicio de responsabilidad muy grande, como siempre hemos hecho".

Los cordobeses "por amplia mayoría" se alinean con Antonio Maíllo, el lucentino que lidera la candidatura que espera relevar a Diego Valderas. "Vamos a estar dentro del debate y de los órganos de dirección de Izquierda Unida", adelantaba así de seguro García en la mañana de ayer "aunque aún no sabemos si habrá una o dos candidaturas". Su apuesta es "la unidad, siempre, y creemos que Antonio Maíllo, que además es cordobés, va a ser un buen coordinador general" de la federación de izquierdas.

García y Maíllo se reunieron por la tarde para perfilar la presencia cordobesa en la nueva dirección. "No sé cuántos cordobeses podrá haber, pero espero que sean muchos", dijo.

El lucentino, que gestionaba durante el mandato de Valderas el área institucional de IU, era el militante más buscado por los medios para que aclarara si había o no negociaciones con la otra facción, la que encabezaba la concejala de Carmona Encarna Milla, apoyada por el CUT-BAI (Colectivo de Unidad de los Trabajadores-Bloque Andaluz de Izquierdas) de Sánchez Gordillo e Izquierda por la Base.

Cortés sacó de dudas a la prensa en una comparecencia a mediodía mientras en la sala de al lado se votaban las enmiendas al informe de gestión de la dirección saliente, que consiguió un amplio respaldo del 74%. La también consejera de Obras Públicas confirmó que había "intentos" de llegar a una lista única. "Conozco esta organización y estoy segura de que se estarán haciendo todos los intentos para culminar bien, si fuese posible, en una sola candidatura", puntualizó. A las 19.00 horas se cerró el plazo de presentación.

EL ESCOLLO Su compañero Ignacio García aclaró que el principal escollo entre los dos aspirantes "se basa en la petición de un referéndum sobre la permanencia de Izquierda Unida en el Gobierno andaluz, y con fecha". Esta solicitud la hizo Milla.

La asamblea estaba "marcada por el debate, la fraternidad y por hacer de Izquierda Unida una herramienta que dé poder al pueblo", destacó Cortés. Y ese ambiente de tranquilidad hizo que los periodistas se interesasen por la calma interna. "En esta ocasión no hemos venido a contarnos, porque lo importante era ver cuántos asistentes había, sino a un debate político", señaló.

La intención de la coalición es "crecer en número de militantes" y se mostró convencida de que ese será el objetivo de la nueva dirección regional. "Hemos hecho un buen trabajo que nos ha traído hasta aquí y haremos uno mejor en el futuro".