El incremento del IVA puede suponer una dura estocada para los vendedores de automóviles. La subida impositiva, del 18% al 21%, encarecerá de media los vehículos entre 450 y 650 euros, que hay que sumar a factores como el decrecimiento de los ingresos familiares, el aumento de los costes relacionados con los vehículos y la falta de financiación de las entidades financieras. Por todo ello, el sector prevé que lo que queda de año será "horrible".

"La situación es insostenible. Estamos en un momento muy crítico, en el límite, y el final de año va a ser muy duro, horrible, si no se toman medidas al respecto", asegura el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), Juan Antonio Sánchez.

Solo hay que analizar los datos de ventas de vehículos durante los últimos años para ver cómo ha afectado la crisis al sector. "En el 2007, último año precrisis, se vendieron en España 1,6 millones de coches. Este año, no vamos a llegar a los 700.000. Poco más se puede decir", afirma Sánchez.

Durante los últimos meses las caídas también han sido importantes, y solo la entrada en vigor del nuevo IVA ha hecho animar, aunque muy poco, las ventas: la adquisición de coches por parte de particulares se incrementó un 4% en los primeros 20 días de agosto por el avance de las compras de ciudadanos para evitar la subida del IVA. "Es un dato esperanzador que, al mismo tiempo, indica que septiembre puede ser muy malo", agrega Sánchez.

Ante este panorama, Ganvam reclama al Gobierno que coordine "medidas simultáneas y urgentes" para reactivar la demanda, como un plan para retirar los coches que lleven más de 10 años circulando.