A efectos impositivos, el automóvil es más que un vehículo de cuatro ruedas: es también combustibles, reparaciones, alquiler de plaza de garaje, aparcamientos públicos y el seguro. A la subida del IVA en cada uno de estos apartados (excepto en los seguros) que entró en vigor el sábado, hay que sumar la escalada del precio de gasolina y gasóleo como nunca antes, que ha disparado el IPC de agosto.

El pasado día 29, en vísperas de que se realizasen cuatro millones de desplazamientos por carretera al inicio de la operación retorno, según la DGT, llenar un depósito de 55 litros con gasolina de 95 octanos costaba 83,16 euros (a 1,512 euros por litro). Si se trataba de gasóleo, el utilizado por el 80% de los automóviles, el desembolso era de 78,21 euros (1,422 euros el litro). Desde ayer, con la subida del IVA del 18 al 21%, la factura aumentó, acercándose peligrosamente a los 90 euros de media, con el litro a cerca de los 1,6 euros.

los precios de los carburantes no han dejado de subir desde las primeras semanas del 2012. En lo que llevamos de año, la gasolina se ha encarecido cerca del 16%, y el diésel, el 10%. En ambos casos, llenar el depósito es en torno a 10 euros más caro que hace un año.

BAJA EL CONSUMO Desde que estalló la crisis en el 2008, se ha constatado una caída en picado del consumo, hasta niveles del 2001. En el primer semestre de este año las ventas han bajado más del 5% en comparación con el primer trimestre del año pasado. Para las petroleras, esta caída no se ha compensado con la subida de precios ni de impuestos.

En España se da la paradoja de que el precio de los combustibles de automoción, antes de impuestos, es el más caro de Europa, mientras que la presión fiscal es menor que la media de los países de la eurozona. Otro contrasentido es que cuando sube el precio del barril en los mercados internacionales, las gasolineras trasladan el incremento inmediatamente a los surtidores mientras que cuando baja, no se produce este efecto mimético. Y siempre llegan las vacaciones y se encarecen los combustibles.

EN VACACIONES En la Semana Santa pasada, llenar el depósito de gasolina de 95 octanos era un 9% más caro --unos 6,20 euros más de media-- que en las mismas fiestas del año anterior. Para el gasóleo, la subida fue de 1,50 euros. Este fenómeno se repitió a mediados de julio. En la semana del 9 al 13, ambos combustibles subieron un 3% de media. También son cíclicas las peleas entre las petroleras y la Comisión Nacional de la Competencia sobre la responsabilidad de que el consumidor note la subida inmediata. Con el nuevo récord, hasta el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha encargado los informes correspondientes a la CNC y a la Comisión Nacional de la Energía. El objetivo es responder a las dos singularidades de los carburantes en España: suba o baje el precio del barril en origen o los impuestos en casa, llenar el depósito es más caro para todos.