Opinión | El cuerpo en guerra

Podría haber sucedido aquí

Sí, podría haber sucedido en el norte de nuestra provincia, en mi tierra, en Los Pedroches. Una zona agroganadera algo aislada, de costumbres, donde casi todos se conocen y hablan, como ocurre en los pueblos, con su peculiar acento y su vocabulario propio y sus historias deformadas cada vez un poco más a medida que se cuentan y el boca a boca las extiende. Donde «piafaban las bestias», como dice Juana Castro en uno de sus poemas.

La misma atmósfera, la misma afición por la caza de muchos de sus habitantes y con jóvenes haciendo sus primeros pinitos con el motocross. Este es el escenario de ‘Las bestias’, la primera novela de Gijs Wilbrink que se ha convertido en todo un fenómeno de ventas en Países Bajos y Bélgica, donde ha alcanzado hasta 16 ediciones (por ahora). Publicada ahora por Bunker Books, la he devorado con ansia en las últimas dos semanas. Un thriller que os invito a saborear, a zambulliros en el universo de la familia Keller, porque seguro que conseguiréis identificaros con algunos de los personajes que la componen.

La joven Isa, la primera de su familia que ha tenido la oportunidad de estudiar fuera, en la capital, que alberga cierta culpabilidad por haberse marchado y no volver tan frecuentemente como debiese; la madre entregada, que carga con el peso de su familia a sus espaldas para mantenerla; el padre abatido por un suceso del pasado que le es imposible dejar atrás; el tío que deambula en la sombra, casi como un parásito, carcomido por su culpabilidad por algo que desconocemos; las hermanas que dejaron de dirigirse la palabra hace décadas...

Pese a ser la primera obra del autor -le ha llevado 10 años escribirla, mientras compatibilizaba su trabajo como informático con su pasión por la escritura y la música punk-, su estructura no puede ser más perfecta pese a su complejidad, con tintes muy cinematográficos. ¿Y si una novela sobre la desaparición de una persona no acabara con su encuentro sino que se extendiera mucho más allá, porque toca hacer limpieza en la historia familiar? ¿Y si la presencia de los animales, su sonido y su olor, estuvieran siempre al acecho? ¿Y si, pese a que los hombres sean los que dominan la acción, ésta se contara desde el punto de vista de las mujeres?

Definitivamente, ha acabado el tiempo de los héroes; éstos deben dejar paso a las heroínas. Y... tenéis que leer ‘Las bestias’.

** Escritora

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