Cosmopoética

Celebra Cosmopoética sus veinte años de vida y es una ocasión fundamental para fijarnos en nosotros mismos con latitud de espejo. Aunque esté inspirado en versos de Vicente Núñez, el título de este año, ‘Todo lo que quisimos’, parece sacado de una canción de Deneuve, el grupo en el que militaba entonces Antonio Agredano, actual director del festival. Hay algo de sueño derrumbado y también de entusiasmo en ese lema, que nos recuerda aquello que anhelábamos íntima y colectivamente, cuando el amor era aún lo que nos prometía y la ciudad alzaba el reto colectivo de la Capitalidad Cultural 2016. Todo eso queda lejos, pero es un mérito común que el festival continúe en pie. Nació y se mantuvo en coyunturas favorables, antes de vivir varias transiciones, como el paso de la primavera al otoño, y la más dramática: el fallecimiento de Nacho Montoto, porque han sido años duros en cuestiones de pérdidas. Cosmopoética, es natural, reproduce también ciertas tendencias de la ciudad posible, pero debemos verlas en sentido constructivo. He celebrado mucho la presencia de Ana Castro y José Daniel García, que tienen libros nuevos y potentes con su verdad de pulso ante las inclemencias de la vida. Además, un festival que puede permitirse ausencias tan llamativas como las de esta edición es un festival consolidado. Cosmopoética es tan fuerte que sale adelante. Esto es algo habitual, y siempre es subsanable con buena voluntad: sólo es cuestión de estar atento a los libros que hayan publicado los autores cordobeses en las principales editoriales españolas, ya sea de poesía, propia o traducida, ensayo o narrativa, y las críticas nacionales recibidas. Apenas es cuestión de estar al día, porque el criterio debemos darlo por sentado. Veinte años después, nos seguimos amando con la poesía en los ojos. He sido director del festival y sé que levantarlo es difícil: por eso felicito a este equipo, porque todo lo que quisimos es también sobrevivir con dignidad y nobleza.

* Escritor

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