Opinión | Para ti, para mí

Los cuatro ‘pecados capitales’ del Periodismo

No podemos olvidar que los medios de comunicación y la separación de poderes son los cimientos de la democracia

Hoy, domingo, a las doce, los periodistas cordobeses, comunicadores y escritores participan en una Eucaristía, que tendrá lugar en la Santa Iglesia Catedral, con motivo de la próxima fiesta de san Francisco de Sales, el 24 de enero, patrón de las Asociaciones de la Prensa. Será presidida por el Vicario General de la diócesis, Antonio Prieto, ya que el obispo, Demetrio Fernández, se encuentra ausente en un viaje pastoral. Tanto el presidente de la Asociación de la Prensa de Córdoba, Ricardo Rodríguez Aparicio, como la delegada diocesana de Medios de Comunicación Social, Nati Gavira, acordaron hace ya tres años celebrar conjuntamente en la Catedral la misa tradicional que tenía lugar el día del patrón de los periodistas, desde los primeros años de la fundación de la Asociación de la Prensa. San Francisco de Sales, un «hombre rebelde» en su época, allá por el siglo XVII, se ganó a pulso este patronazgo, ya que inició su labor, entre pastoral, periodística y literaria, escribiendo de día «hojas clandestinas», que metía después por debajo de las puertas, de noche. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais, mantiene un trato directo con san Vicente de Paul, escribiendo un precioso libro, ‘Introducción a la vida devota’, cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquellos tiempos. El encuentro que protagonizan hoy en la Mezquita-Catedral, los periodistas y los medios de comunicación diocesanos, constituye, sin duda, todo un símbolo de estrecha colaboración y cooperación en esa misión que comparten, señalada por el papa Francisco: «Hacer el mundo menos oscuro». No podemos olvidar que los medios de comunicación y la separación de poderes son los cimientos de la democracia. Y en España, los jueces y los periodistas están siendo atacados, señalados e injuriados por el Gobierno en campañas de difamación nunca conocidas hasta ahora en nuestra democracia. Desde que Trump se refirió a los periodistas como enemigos del pueblo y dijo que la basura de dos periódicos estadounidenses apestaba, no se había visto nada parecido también por estos lares. Por eso, el papa Francisco ha hablado con claridad a los periodistas y a los comunicadores en general, de los «cuatro pecados» que acechan al Periodismo. Sería interesante que hoy, en la misa del catedral, escuchásemos el eco de la voz del Santo Padre, previniéndonos de esos «cuatro pecados capitales» de la profesión. El primero de ellos es la «desinformación», que, en palabras del Papa es «decir lo que me conviene y callar lo otro». «No podés desinformar, tenés que informar todo», subraya con fuerza. El segundo «pecado capital» del Periodismo es «la calumnia». «Se inventan cosas, que destruyen a una persona con una comunicación», dice Francisco. El tercero es «la difamación», que no es calumnia, según aclaró. «Se trata de cuando se divulga una postura del pasado de una persona, que quizá ahora cambió. Es como si a vos adulto le trajeran los pañales sucios de cuando eras chiquito», ejemplificó. Y el cuarto «pecado capital» es la «coprofilia», «el amor a la porquería, o sea, buscar ensuciar, buscar el escándalo por el escándalo». Y a continuación, el Papa comentaba, tras exponer estos «cuatro pecados capitales»: «Pido mucho que los medios de comunicación tengan esa sana objetividad, que no quiere decir que sea agua destilada, es decir, «el hecho es este y yo pienso así» y que quede clara la diferencia de la opinión, y eso es muy noble», remarcó. Y a reglón seguido, agregó estas palabras: «Si vos hablás con el programa que te impone tal partido o movimiento politico y sin decir que es eso innoble, no es de bien nacido». Ciertamente, estas palabras tan claras y tan duras, abren a los profesionales de los medios nuevos horizontes de actuación. El Papa razona tambien sus palabras: «Los silencios, las aceptaciones de lo que escuchamos sin más, esto crea una cultura de la indiferencia, del conformismo, del relativismo que nos daña a todos». Y concluyó Francisco: «Comunicar es involucrarnos y tenemos que ser muy conscientes de involucrarnos bien». Llega un año más, la fiesta de san Francisco de Sales, patrón de los periodistas. Y un año más, el recuerdo y el ejemplo de este gran santo, «rebelde y comunicador» con un método tan aparentemente inocuo como «meter una hoja escrita, con un mensaje, por debajo de una puerta». No era sólo «la hoja», sino el corazón palpitante y anhelante de derramar luz y sembrar esperanza. Felicidades a nuestra profesión periodística, a la Asociación de la Prensa de Córdoba, a todos los que, en nuestros medios de comunicación, somos «antenas de todos los vientos» para construir un mundo mejor, por más humano y por más cristiano.

*Sacerdote y periodista

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