Personajes secundarios

Conocí a Machi Salgado en tercero de bachillerato. Él era nuevo en el instituto, porque lo habían expulsado del anterior, y se sentó a mi lado. Nos caímos muy bien. Por entonces aún no se llamaba Machi, sino Francisco Javier. Aquellos días la televisión gallega emitía una serie titulada Unha de romanos que jugaba con la idea de una nueva colonización, cuando dos soldados de Roma, dos milenios después de la primera vez, ponían de nuevo los pies en Galicia. Uno de ellos, muy bajito, se llamaba Machiñus. Francisco Javier era alto y corpulento, así que, por contraste, de vez en cuando le llamaba como al personaje.

Pronto todo el mundo empezó a conocerlo solo por Machiñus, y luego por Machi, al punto que ya no respondía si le decías Francisco Javier. Un día nos fuimos a la universidad. Él estudió Historia del arte y empezó a flirtear con el teatro. Con el tiempo nos perdimos la pista, y con más tiempo, la recuperamos. Se había formado como actor y se ganaba la vida con lo que más le gustaba hacer. Para eso, antes que intérprete tuvo que ser camarero, agricultor, recepcionista de hotel, opositor a agente tributario, librero, yo qué sé qué más.

Hay pocos amigos de los que me sienta tan orgulloso por la determinación que ha mostrado siempre por abrirse paso en el complejo mundo de la actuación.

Hace unas semanas fui a ver As bestas y me lo encontré en el papel de Rafael, un abogado detestable, con el que otra vez se verificaba la importancia de una buena interpretación de reparto. Quizá el cine sea la creación que mejor demuestra el valor, por decirlo así, del espíritu secundario.

A primera vista, las historias que toda película cuenta parecen estar construidas sobre personajes protagonistas que capturan nuestra atención.

En el segundo vistazo, ya sospechas que solo pueden estar hechos de esa madera sobre la existencia de secundarios, en apariencia menores, o circunstanciales, pero que si desaparecieran harían caer a cualquier estrella. Dicho esto, Machi Salgado será antes o después actor principal, en base al movimiento natural de las cosas.

* Escritor

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