Opinión

JOSE Nevado

Todo deporte

Rajoy afirma que asiste a la final de la Eurocopa de fútbol que disputan hoy en Kiev España e Italia porque es su obligación. Ningún político había confesado hasta ahora con mayor sinceridad la dependencia que la nación española tiene de sus deportistas ganadores. Nada hay que haga subir el españolometro más que nuestra selección nacional de fútbol, el Nadal que aplasta en Roland Garros o un Pau Gasol luciendo el anillo de campeón de la NBA. Y de ahí hacia abajo asistimos a centenares de actos protagonizados por alcaldes de pueblecitos que reúnen y agasajan a sus paisanos cuando son campeones regionales de judo, pongamos por caso.

Hoy no hay nada más admirado y respetado que el deporte. Nada que emocione más al colectivo y haga crecer la autoestima de la gente. Sin el concurso público de nuestros deportistas campeones --algunos auténticos ídolos mundiales-- el tránsito ya muy largo de esta España en crisis se nos estaría haciendo más penoso. Tenemos la suerte --¿o es algo más?-- de continuar creciendo en victorias en el mismo tiempo que el paro y el miedo nos aplastan. En la mayoría de las naciones no ha ocurrido de esta manera; cuando declinaron sus regímenes (Rusia) o economía (Reino Unido) su deporte se resintió. En España, al menos hasta el momento, esto no ocurre. Algo más que la abundancia de instalaciones deportivas, la existencia de clubs modélicos como el Barcelona o individualidades irrepetibles como Indurain, Fernando Alonso o Rafa Nadal debe de haber.

Los entendidos sostienen que todo empezó con las olimpiadas de Barcelona. La manera como se organizó el deporte y su financiación para ganar un puñado de medallas sigue estando vigente. El Plan ADO (idea feliz de Gómez Navarro) ha contribuido al sostenimiento de la idea de España más que el larguísimo coro de bla bla patriótico de todos los gobiernos. Hoy el deporte nos cohexiona más como país que la mayoría de instituciones que pagamos para ese menester entre otros. Nuestros políticos y los de todo el mundo siempre han estado muy pendientes de sus atletas más destacados pues son muchos los favores que les prestan. Quien siempre lo tuvo claro fue nuestro Rey. Si hay algo que nunca se pierda la casa es una gran final deportiva con españoles en ella. El deporte le ha ayudado mucho, incluso si le restamos el baldón Urdangarín sale enormemente favorecida.

* Periodista

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