Los destinos rurales están, sin duda, en auge. Su popularidad, especialmente tras la pandemia, se ha disparado y cada vez más personas rehúyen de las grandes ciudades para buscar el descanso en los pequeños y preciosos pueblos de España. Y es que, muchas veces no necesitamos contemplar enormes monumentos, simplemente respirar aire puro, disfrutar de un ritmo de vida más relajado, admirar entornos naturales, pasear por callejuelas de piedra o descubrir coquetas iglesias. Para ayudarte a planear tu próxima escapada a un destino rural, te dejamos tres pueblos de nuestro país que sí o sí tienes que conocer. Uno de ellos además, está en Córdoba.
Sepúlveda (Segovia)
Al margen de su famosísimo acueducto, la provincia de castellanoleonesa tiene muchísimo que ofrecer, y este pueblo es buena prueba de ello. A poco más de hora y media de Madrid, Sepúlveda es un remanso de paz, naturaleza e historia. Y es que, se encuentra en pleno Parque Natural de las Hoces del río Duratón, por lo que es un punto de partida perfecto para rutas de senderismo.
De Sepúlveda podemos destacar su castillo y muralla medieval, además del Puente romano de Talcano, la iglesia románica de El Salvador, la de los Santos Justo y Pastor, de Nuestra Señora La Virgen de la Peña, la Casa del Moro o la de las Conchas.
Cudillero (Asturias)
Este municipio asturiano se ha hecho muy viral en los últimos años en redes sociales. Bañado por el Cantábrico, cómo se adaptan las casas al escarbado terreno para mirar al mar, forman una imagen preciosa. Está dividido en dos zonas, la de pixuetos (casas en la ladera), y la de los caízos (resto del pueblo).
Callejear por él es una maravilla, aunque cuidado con la gran cantidad de turistas que llegan a él. Sin embargo, lo más espectacular son sus miradores, en especial el del Pico, el de Cimadevilla o el de Baluarte. También te recomendamos que des un paseo hasta el faro, donde se tiene la sensación de haber llegado al fin del mundo.
Iznájar (Córdoba)
No podía faltar un representante de Córdoba en esta lista. Calificado como uno de los pueblos más bonitos de España, sus casas encaladas y su ubicación única, hacen de Iznájar un lugar muy especial. Con el cerro y el castillo dominando el entorno, esencial bajar desde ahí por el laberinto de calles hasta llegar a la playa de Valdearenas. El pueblo enamoró a Alberti hasta el punto de que le dedicó un poema.
En mayo, cuenta con diversos patios decorados con flores. Son imprescindibles también sus miradores y el Patio de Comedias.
