Muchos ciudadanos, a pocos días de que se celebren las elecciones el próximo día 26 tienen dudas sobre qué deben votar o, incluso, sobre qué se vota. He oído a algunas personas decir que ese día quieren votar al partido que mejor representa sus ideas. Inmediatamente les pregunto cuáles son sus ideas y, aunque con dificultad, me trasladan una lista más o menos larga de «razones» supuestamente ideológicas que merecen todo mi respeto. Otra cosa es cuando les pregunto qué partido se acerca más a ese ideario. Resulta sorprendente cómo los humanos, al menos los españoles, o al menos los cordobeses, estimulamos nuestra mente para convencernos de según qué cosas. Al final, desde mi punto de vista, lo que tratamos de hacer es buscar una «justificación» para el voto (que ya tenemos decidido) más que un proceso para acertar el próximo día 26 en la elección de quien debe gestionar nuestros servicios más cercanos, los que están al otro lado de la puerta de nuestra casa.

Por si a alguien le fuera útil, me atrevo a apelar a la conciencia de mis vecinos y recomendarles que antes de decidir su voto y, desde luego, antes de depositar su papeleta el próximo domingo, se planteen algunas cosas:

1) Los asuntos que se abordan desde el ayuntamiento son pura gestión. Los proyectos municipales en el 99% de los casos son oportunos o inoportunos, buenos o malos, útiles o inútiles... pero muy pocas veces son de izquierdas o de derechas.

2) La política municipal es tremendamente compleja y muy especializada. Los asuntos que se tratan suelen exigir experiencia y conocimiento de esa realidad con largo recorrido. Existe un proceso de formación absolutamente imprescindible para ser un buen gestor municipal.

3) Los asuntos que realmente son útiles para los ciudadanos son los que salen de abajo arriba. Los buenos municipalistas suelen ser personas de talante conciliador, dialogantes, suelen oír más que hablar.

4) El éxito en la gestión de un ayuntamiento es consecuencia de un buen trabajo en equipo, jamás de teóricos líderes que lo controlan todo, que anulan la capacidad de quienes les rodean.

Yo he tenido el honor de servir a mi ciudad durante 16 años como concejal y cuatro de ellos como alcalde. He llegado al Pleno del Ayuntamiento movido por la ilusión y he salido de él con una deuda eterna de cariño a mi ciudad y a mis vecinos. Por ello, me van a permitir que les dé mi opinión. De todos los candidatos que concurren a estas elecciones no tengo duda que el mejor gestor, el que acumula mayor y mejor experiencia municipal, el que conoce mejor a los colectivos y sus demandas, el que tiene mayor capacidad de liderazgo y, con diferencia, mejor equipo es José María Bellido, candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Córdoba.

* Exalcalde de Córdoba