Un sabor agridulce han dejado los resultados de las elecciones municipales entre los socialistas, que pasaron de la alegría contenida a la decepción conforme avanzaban los escrutinios. El PSOE logra en la ciudad un concejal más que hace cuatro años y sobrepasa en 8.626 votos los resultados de las últimas municipales pero, a pesar de ello, no consigue los suficientes para ganar ni para mantenerse en la Alcaldía con un pacto de izquierdas.

La alcaldesa y candidata a la Alcaldía por el PSOE, Isabel Ambrosio, que cuando llegó a la sede del partido en la avenida del Aeropuerto fue abrazada por su teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, a pesar de haber tenido mejores resultados que en el 2015, no ha logrado el objetivo que se había marcado en la campaña, frenar a la derecha. En las primeras palabras que ha pronunciado tras tener certeza de los resultados, Ambrosio ha garantizado que seguirá «trabajando por ese proyecto progresista moderado que se merece la ciudad de Córdoba» y que continuará al frente del grupo municipal socialista.

Hasta que no ha terminado de hablar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha aparecido Isabel Ambrosio, que fue recibida con aplausos y rostros que no podían ocultar la desilusión que dominaba el ambiente. Ambrosio, que lo primero que ha hecho es felicitar al PP por haber ganado en la capital y agradecer el apoyo de los «más de 39.000 cordobeses que han apoyado esta candidatura», ha manifestado que continuará trabajando «todo el tiempo durante los próximos cuatro años» en el «proyecto progresista moderado» que ha defendido durante una campaña que ha sido «limpia» y en la que no ha caído «en el insulto». A su juicio, «la fragmentación de la izquierda ha pasado factura a ese proyecto progresista». Ambrosio ha destacado los cerca de 9.000 votos más logrados en relación a las anteriores municipales por lo que "todavía está todo muy abierto».