No es ningún secreto, ya que el pasado 1 de septiembre, tras el cierre del mercado veraniego de fichajes, se adivinaba que en la línea de ataque el Córdoba CF podía tener algún problema. El único delantero centro, que tampoco actuaba como un delantero de referencia, era Gabriel Novaes, que además era sub 23. Juanto Ortuño era un hombre que había anotado 14 goles en la campaña anterior, pero como segundo delantero, es decir, con un nueve de referencia abriendo espacios y el yeclano coordinando movimientos con él. Owusu había actuado más en banda que por dentro en sus anteriores equipos, con cierta anarquía y, en realidad, llegó a la entidad blanquiverde también como segundo delantero. El único hombre puro de banda, Zelu, a punto estuvo de salir cedido antes del cierre del mercado de verano y si se exceptúan a Javi Flores y Miguel de las Cuevas, por razones obvias, el único hombre para actuar por dentro en el ataque, Sebas Moyano, apenas ha tenido oportunidades y tampoco ha podido aprovechar las pocas opciones de las que ha disfrutado. Por lo tanto, la nueva propiedad tiene el reto de construir un ataque completamente nuevo para la segunda vuelta y el único que tiene asegurada la continuidad al cien por cien es Owusu Kwabena. A partir de ahí se abren las opciones, ya que la intención inicial es la de incorporar dos delanteros y, al menos, un hombre de banda.

Las cifras goleadoras del equipo no son preocupantes, pero sí insuficientes para un equipo que se ha marcado al final de temporada no solo entrar en los play off, sino también pelear claramente por el ascenso. Y la mejor manera de hacerlo, obviamente, es desde la primera posición de la tabla del Grupo IV de Segunda B.