El Ayuntamiento de Córdoba no acudirá al Consejo Consultivo de Andalucía para que este órgano se pronuncie sobre si las ordenanzas fiscales, es decir, las tasas e impuestos municipales que pagarán los cordobeses este año (unos 170 millones de euros, más de la mitad de los Ingresos previstos en el presupuesto) cuentan o no con todas las garantías jurídicas. De este modo, estas ordenanzas que entraron en vigor el pasado 1 de enero y fueron aprobadas definitivamente en un pleno el pasado 27 de diciembre seguirá su curso natural. Tanto el Partido Socialista como Izquierda Unida han anunciado, eso sí, su intención de no renunciar a la vía contencioso-administrativa. De hecho, minutos después de celebrarse el Pleno, fuentes del PSOE han confirmado que parar evitar que se agotase el plazo para acudir a los juzgados (dos meses desde la aprobación), los socialistas, junto a IU y Podemos, registraron, el 25 de febrero, un anuncio de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Estas mismas fuentes informan de que el recurso se hizo en previsión de lo que pudiese ocurrir hoy en el pleno y que aún no ha sido admitido a trámite. Isabel Ambrosio ha asegurado que no se pedirán medidas cautelares (como la suspensión temporal de las ordenanzas).

En todo caso, en el pleno extraordinario de hoy se debatía, por un lado, sobre si el expediente de las tasas e impuestos locales se ha aprobado conforme a la norma, y se votaba, por otro, si acudir o no al Consejo Consultivo para que fuese este órgano quien lo valorase.

Partido Popular, Ciudadanos y Vox han votado en contra de esa resolución, frente a Partido Socialista, Izquierda Unida y Podemos que querían elevar al Consultivo el expediente de ordenanzas por considerar que ni incluyó un informe de Intervención, para ellos "preceptivo", ni respondió a 15 de las 22 alegaciones pese a que se presentaron en plazo. Los socialistas han propuesto al equipo de gobierno una medida transaccional: hacer una revisión de oficio de las ordenanzas, pero PP y Cs no han querido recoger ese guante. El principal argumento del gobierno, por su parte, ha sido acusar a la oposición de no querer que se aprueben unas ordenanzas por suponer "la mayor rebaja fiscal" de la historia de Córdoba.

La sesión extraordinaria de algo menos de dos horas de duración se ha celebrado con la ausencia del secretario general del Pleno, Valeriano Lavela, de baja médica, pese a que ha sido uno de los protagonistas de las intervenciones de los grupos municipales. El hecho de que este habilitado nacional no se haya pronunciado finalmente sobre las ordenanzas fiscales (en una de las ocasiones impelido así por un informe de Presidencia) ha sido uno de los principales argumentos de la oposición para atacar la labor del gobierno municipal, al que acusan de haber impedido esos informes y de haber presionado al funcionario para que no se pronunciase.

Por contra, el gobierno municipal ha defendido lo contrario y, en un intento de despejar las dudas sembradas por la oposición sobre esa supuesta falta de transparencia en su gestión, el alcalde, José María Bellido, ha pedido al funcionario que hacía hoy las veces de secretario accidental, Ignacio Ruiz Soldado, que se pronunciase in voce al respecto. El secretario accidental ha considerado que los informes solicitados tanto al CREA como al jefe de Gestión Tributaria fueron suficientes para despejar las dudas jurídicas sobre la legalidad del expediente de ordenanzas. Cabe recordar que en sendos dictámenes se aseguraba que las ordenanzas han sido aprobadas conforme a la ley.

El debate ha contado con dos turnos de intervención y solo Ciudadanos ha delegado todo su tiempo de intervención al Partido Popular para que defendiera una única postura del gobierno. La única salvedad en un pleno con buen tono han sido los supuestos besos lanzadosbesos por el teniente de alcalde de Hacienda, Salvador Fuentes, a la portavoz socialista, Isabel Ambrosio, durante su intervención. La concejala Amparo Pernichi (IU) ha intervenido para exigir a Fuentes que aclarase el hecho, mientras que en la bancada socialista el concejal José Antonio Romero reclamaba una rectificación. Dicha rectificación no se ha producido, pese a que al finalizar la sesión Ambrosio ha pedido en varias ocasiones a Fuentes que le pidiese disculpas, antes de salir del salón de plenos visiblemente indignada.