El Consejo Consultivo de Andalucía ha autorizado la resolución de tres contratos relacionados con la piscina cubierta del Parque Figueroa, paso imprescindible para su terminación y su posterior apertura. El órgano consultivo dependiente de la Junta ha emitido tres dictámenes favorables a la resolución de los contratos menores de dirección de obra para actualizar el proyecto a la normativa vigente, de dirección de ejecución de esos trabajos, y de coordinación de seguridad y salud, que pedía la Consejería de Educación y Deporte. Estos dictámenes son importantes porque posibilitan seguir avanzando en el desbloqueo de la terminación de las instalaciones deportivas, cuya conclusión está atascada desde el 2017. La Diputación tiene previsto licitar lo que queda de obra, cuyo proyecto entró en exposición pública en noviembre pasado.

Los argumentos esgrimidos por el Consejo Consultivo de Andalucía son idénticos en los tres expedientes, en los que emite un «informe favorable» a la propuesta de resolución en relación al procedimiento de declaración de nulidad de los mismos. Los trabajos de estos contratos fueron adjudicados en diciembre del 2015 pero el plazo de cuatro meses que tenían fijado no empezaba a contar hasta la firma del acta de replanteo de las obras, que se produjo el 10 de febrero del 2016. El Consejo Consultivo pone de manifiesto el retraso que sufrieron las obras, a las que se les concedieron dos prórrogas de un mes cada una, por lo que debían estar en seis y antes del 10 de agosto del 2016. Sin embargo, en esa fecha, y según los dictámenes, faltaba un 5,22%, por lo que se concedió otra ampliación más.

Al final, la recepción de las obras se produjo en abril del 2017, por lo que el periodo de cuatro meses inicial se convirtió en catorce, lo que lleva al Consejo Consultivo a concluir que hubo un incumplimiento y que los contratos fueron nulos, ya que los considerados de carácter menor (de menos de 18.000 euros) no deben exceder el año. El Consultivo no exime de responsabilidad a los contratistas, a los que considera «copartícipes» de la nulidad, aunque tiene en cuenta que el retraso fue por «circunstancias ajenas a su voluntad». Aún así, concluye que la Junta debe abonar 1.000 euros a cada uno de los contratistas.

Catorce años de espera

La piscina cubierta del Parque Figueroa acumula catorce años de espera si se tiene en cuenta la fecha en la que empezó su construcción, en el 2006, y dieciséis si la referencia es el ejercicio en el que Junta y Diputación firmaron un convenio para su ejecución. La apertura de esta instalación deportiva, muy demandada por el barrio, se ha ido demorando por distintas circunstancias, relacionadas principalmente por los avatares que han tenido las obras.

La última intervención en la piscina concluyó en abril del 2017 y en noviembre de ese año la Junta entregó a la Diputación las instalaciones. Sin embargo, y una vez finalizado el plazo de garantía, la Junta detectó deficiencias, cuyo arreglo exigió a la adjudicataria de los últimos trabajos. La empresa subsanó algunas deficiencias pero otras no al considerar que eran defectos de ejecución que no le correspondían, por lo que recurrió. Para acelerar la puesta en uso de la piscina, la Diputación decidió sufragar la actuación pendiente al no poder la Junta hasta que se resuelva el recurso que hay en marcha. La Junta no puede sacar a concurso nuevas obras hasta que no queden resueltos todos los contratos anteriores.

Cuando la piscina esté totalmente acabada, la Diputación firmará un convenio con el Ayuntamiento de Córdoba para que este se haga cargo de la gestión a través del Imdeco.

Los vecinos esperan el primer chapuzón para este verano

La asociación de vecinos del Parque Figueroa confía en que el primer chapuzón se produzca este verano. «Hay que ser optimistas», asegura el portavoz de la asociación, Francisco Muñoz, que piensa que «en junio podemos estar bañándonos». Sus previsiones son que entre febrero y marzo empiecen las obras pendientes, que pueden estar «en tres o cuatro meses». «Lo último que nos dijeron es que había una partida de 211.000 euros, que el proyecto había pasado la fase de exposición pública y que sería la primera obra que entraría en licitación este año», indica.

¿Qué queda para poder abrir? En teoría, poco. El proyecto pendiente de ejecutar incluye la impermeabilización de los dos vasos de la piscina y la reparación de la instalación de agua fría y de agua caliente, además de actuaciones puntuales en la red de saneamiento, en la depuración, en la instalación eléctrica y en la climatización. En total, la actuación, que sufragará la Diputación, está presupuestada en 211.326 euros.

El primer proyecto, del 2005

El primer proyecto data del 2005 y se limitaba a la construcción de la piscina, por lo que excluía la cubrición de la pista polideportiva y la adecuación de las dos pistas de voleibol. Las obras se desarrollaron entre noviembre del 2006 y septiembre del 2008, momento en el que quedaron paradas por la suspensión de pagos de la adjudicataria. Los trabajos, ya con otra empresa tras la resolución del contrato con la primera, siguieron entre octubre del 2009 y febrero del 2012, pero necesitaron una modificación del proyecto. Después, en el 2010, la Junta contrató obras de reparación para resolver patologías detectadas en la actuación inicial. Esas actuaciones se llevaron a cabo entre febrero del 2016 y abril del 2017. Paralelamente hubo un proyecto de actualización a la normativa vigente.

El retraso en la apertura de la piscina ha tenido como consecuencia más de una protesta y la creación de una plataforma reivindicativa. El año pasado la asociación de vecinos del Parque Figueroa, el Club Fidias de Natación Integral y la Federación Andaluza de Deportes para Personas con Discapacidad se concentraban para exigir la apertura de la piscina cubierta. Los participantes en aquella protesta mostraron su preocupación por el estado de la piscina, ya que temían que, al estar cerrada, su deterioro fuese a más. Además de estos colectivos, el Club Córdoba de Baloncesto en Sillas de Ruedas también aguarda su puesta en uso.