Joaquín López, vecino de Aguilar de la Frontera, rescató el pasado lunes a dos personas, también naturales del municipio y que eran arrastradas por la riada calle abajo. Según López, "poco antes de las once de la noche, cuando ya iba a cerrar la puerta", oyó la voz de auxilio de un joven de 17 años, totalmente desnudo, que estaba siendo arrastrado por la corriente, agarrado a una moto desde unos 300 metros más arriba.

A pesar de que la calle era un río en el que se desplazaban coches, ramas y mobiliario urbano y "no se veía nada porque con la tormenta se había ido la luz", López cruzó la calle. "Saqué sus pies de la valla donde se había quedado enganchado", relató ayer, y retuvo al joven contra un muro. Como éste estaba herido esperaron al otro lado de la calle hasta que vio venir, también arrastrada por la corriente, a una joven cuyo coche había quedado atrapado en una zanja de la antigua N-331.

Tras ser arrastrado por la corriente unos cuatro o cinco metros, López consiguió agarrar a la joven de la camiseta. Después de rescatarla los tres permanecieron junto al muro y bajo la intensa lluvia casi dos horas, hasta que la corriente aminoró su intensidad. En ese momento sacó su coche de la cochera para llevarlos al centro de salud, pero apareció una unidad del 061 que los evacuó, ya vestidos con la ropa que su mujer les había proporcionado. López aseguró que pasó "mucho miedo" y que temió por su vida y "la de ellos".