El proceso de fusión de Cajasur y Unicaja quedó anoche, de nuevo, en serio peligro, y, aunque las conversaciones no se han roto, cundía el pesimismo. El consejo de administración de Cajasur acordó por mayoría rechazar el avance del plan de negocio conjunto elaborado por Boston Consulting Group como documento de trabajo para la fusión, por entender, según los acuerdos adoptados, que no respeta lo acordado en el protocolo de fusión firmado en julio respecto a que las medidas laborales a aplicar en la futura Unicajasur no serían ni discriminatorias ni traumáticas para ninguna de las entidades. Desde Unicaja llegó después un comunicado que, sin valorar lo ocurrido en Cajasur, da un respaldo absoluto a dicho plan "como única alternativa realista y rigurosa para el buen fin de proyecto".

COSTES DE 2.100 MILLONES El consultor dibuja varios escenarios de costes de la fusión y de optimización económica para garantizar la rentabilidad del proyecto Unicajasur, y escoge el escenario intermedio, con unos costes de fusión que rondarían los 2.100 millones de euros (1.100 procederían de avales y del fondo de garantía). No da calendario y deja a la negociación laboral el resultado final, pero, en ese escenario de rentabilidad futura concluye que, sumadas las cajas matrices y los grupos de empresa, la integración generaría un excedente de 1.224 empleados, de los que 988 procederían de Cajasur y 236 de Unicaja (y el cierre de unas 280 oficinas). Fuentes financieras consideraron que para Cajasur sería "inadmisible" el coste social de este ajuste, porque los recortes de personal serían traumáticos, dado que los trabajadores con más de 60 años apenas superan la treintena en la caja cordobesa, y no llegarían a 200 si se rebajase más la edad de prejubilación.

El consejo fue muy tenso ("tremendo", según alguna versión) y quedó dividido, con cinco votos en contra de las propuestas y entre 13 y 15 a favor de las mismas, del total de 20 miembros que tiene (hubo una ausencia y una abstención). Tras la presentación del informe a cargo de Boston, intervinieron los representantes de los grupos, para finalizar con la votación de las propuestas del presidente, Santiago Gómez.

Se votaron varios puntos, ya que, además de rechazar el citado plan de negocio, se acordó exigir que otro plan que pudiera aprobarse no contemple medidas traumáticas y opte por prejubilaciones, incentivos, extensión territorial de la red y otras soluciones, y que se marque un calendario para el mismo. Finalmente, el consejo autorizó al presidente a que haga gestiones para manifestar su preocupación a las autoridades financieras y a que actúe para desbloquear la situación. Esa autorización, según fuentes del sector, lo abarca todo, incluida la posibilidad de pedir al Banco de España permiso para buscar otros socios distintos a Unicaja.

La situación es ahora delicada en extremo. Desde la Consejería de Economía, que modificó la Ley de Cajas para hacer posible este acuerdo y a la que Cajasur comunicó anoche su decisión, no se hizo valoración alguna, dado que la negociación no está rota. Algunas fuentes financieras calificaron de "órdago" lo ocurrido, e incluso de una excusa para amparar un hipotético deseo de ruptura con Unicaja, pues el plan no es definitivo y ni siquiera se ha planteado desde Cajasur una alternativa. Lo cierto es que la confianza entre ambas entidades está muy mermada, y que flota en el aire el temor a que la decisión de ayer acabe rompiendo el proceso y situando a Cajasur en posición de ser intervenida por el Banco de España. Pese al desacuerdo con la arriesgada decisión que adoptó ayer el consejo de Cajasur, las fuentes financieras consultadas insisten en que no hay ruptura y en que el informe no es un plan definitivo, sino un diseño negociable de las condiciones ideales para sacar a la entidad de pérdidas.

PARA EL VIERNES El supervisor financiero exigió el pasado viernes a los presidentes de Cajasur y Unicaja, Santiago Gómez y Braulio Medel, respectivamente, que agilizan sus negociaciones. Acordaron con la autoridad financiera que el próximo viernes, día 27, le presentarían el plan de negocio, que, con su visto bueno, estaría listo para que lo discutieran y aprobaran los consejos en torno al 4 de diciembre.

Esa es la explicación que se dio para que, aunque ayer el consejo era ordinario y el tema no figuraba en el orden del día, se introdujera por urgencias esta votación. Cajasur tenía el avance de plan desde el lunes pasado, y ayer se desplazaron responsables de la consultora para exponerlo, primero en una reunión reducida con varios miembros del consejo de administración y después ante el propio consejo, que procedió a discutirlo y a votarlo.

El plan de negocio abarca el diagnóstico de la actual situación de las dos cajas y el diseño de su futuro. En las cifras se ofrece una perspectiva muy complicada para Cajasur, que arrastra en su balance la losa inmobiliaria y que justificaría las llamadas de atención y la recomendación de fusión de la autoridad económica, ya que podrían cifrar en 500 millones las pérdidas del cierre del ejercicio de 2009, lo que desde la óptica de la entidad parece obedecer a una visión catastrofista para justificar los recortes.