CARRUAJES

Solera en la Feria con la exhibición de enganches

La buena temperatura acompaña el recorrido del estandarte de la Virgen de la Salud hasta el recinto de El Arenal | Los coches de caballos lucen su esplendor ante el bullicio del primer día de fiesta

El derroche de solera ha sido el máximo exponente durante el primer día de la Feria de Córdoba debido a la imponente Exhibición de Carruajes de Tradición que, en su novena edición, ha destacado por la excelencia de los coches y guarniciones, así como el buen manejo de los vehículos.

La coincidencia de este evento con el camino hacia El Rocío ha reducido la participación a 13 coches de caballos frente a los 30 de la pasada edición aunque, como ha señalado la presidenta de la entidad organizadora, Maria Antonia Torres, "el carrusel final realizado en el Alcázar ha mostrado la belleza de los participantes y la demostración de una celebración muy digna", en la que "todos hemos sido ganadores por poner de manifiesto esta tradición". Precisamente el tándem de María Antonia Torres, varia veces primera de España en concursos de enganche, ha sido de los más aplaudidos durante su lucimiento en la pista del Alcázar de los Reyes Cristianos frente al asombro del público cordobés y extranjero.

Lucimiento impoluto

Caballos con guarnición calesera, de Antonio Espejo Ruz

Caballos con guarnición calesera, de Antonio Espejo Ruz / FRANCISCO GONZÁLEZ

Mientras los participantes esperaban esta mañana para lucir a sus caballos de pura raza, engalanados con guarniciones brillantes, a conjunto con las crines impolutas y trenzadas, el exterior de la ermita de Nuestra Señora de la Salud acogía la celebración de la tradicional misa en honor a la patrona, con música rociera en directo. Al término del acto, caracterizado por su emotividad, algunos de los carruajes apostados en el exterior del cementerio de La Salud han escoltado el estandarte de la patrona hasta reunirse en el Alcázar con el resto de coches de caballos. Así ha empezado un imponente recorrido hasta parar en la portada de la feria.

Un carruaje tradicional espera para hacer su entrada en la exhibición del Alcázar

Un carruaje tradicional espera para hacer su entrada en la exhibición del Alcázar / FRANCISCO GONZÁLEZ

El ambiente del mediodía, compuesto de gitanillas, caballeros encamisados y familias entusiasmadas, se ha concentrado en torno a los carruajes para contemplar su belleza. Entre los más aclamados, la jardinera de Juan María Jiménez, el coche sociable de José Barranco, de finales del año 1.800, o el rustic break de Antonio Carrillo, original del siglo XIX, característico de la burguesía de la época para acudir a las carreras de caballos. Junto al vehículo del varias veces campeón de España de enganches se ha situado el break de caza de Rafael Bernier. Aunque el toque singular lo ha aportado Antonio Espejo Ruz debido a su guarnición calesera española, igual a la que sirvió de presente para la reina Isabel II en su visita a Sevilla.

El verdadero premio a su dedicación por ensalzar esta tradición ha sido la temperatura, no excesivamente alta en comparación con años anteriores. Sin duda, un respiro para los enchaquetados lacayos; pero también para los asistentes a una feria donde las previsiones de lluvia no han aplacado el espíritu de esta tradición cuyo colofón, como cada año, ha sido el almuerzo en la caseta del Club de Enganche.