Nadie podía sospechar que ese partido era el último del Córdoba CF. Que ahí se cerraban definitivamente las opciones de luchar por el ascenso a Segunda División. Que Agné no se sentaría más en el banquillo. Que un buen puñado de jugadores no vestirían nunca más la blanquiverde. Que los hinchas que se fueron a casa rumiando la derrota ante el Cartagena (0-2) no iban a poder sentarse de nuevo en su asiento. Aquel 8 de marzo abrió una cuenta que llega este lunes a los 100 días sin fútbol de competición para el Córdoba CF, que se desconectó de unos planes en marcha para entrar en un periodo inédito.

Un Córdoba-Cartagena siempre encierra un significado especial para ambos clubs, que comparten vivencias de signo opuesto. El Cartagenazo, con ascenso blanquiverde venciendo en la última jornada a una escuadra blanquinegra que llevaba más de un año sin perder en su estadio, forma parte del imaginario de las dos hinchadas. El 8-M del 2020 quedará también grabado en la historia: el Córdoba estaba siendo, sin saberlo, eliminado en casa en la pugna por su gran objetivo del curso. Cayó por 0-2 con doblete del defensa central Andújar.

Y el Cartagena, también de modo súbito, obtuvo un título de campeón virtual puesto que se aupó al liderato del grupo 4 apenas unas horas antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma y se suspendieran las competiciones. Ese triunfo en Córdoba le sirvió al Efesé para meter la cabeza en un play off exprés que le coloca a un partido de retornar al mapa el fútbol profesional.

Al equipo blanquiverde le quedaban diez partidos en el calendario: visitas a San Fernando, Villarrobledo, Mérida, Sanluqueño y Marbella; recibía a Talavera, UCAM Murcia, Don Benito, Balompédica Linense y Recreativo de Huelva. ¿Qué hubiera pasado? La declaración de intenciones, al menos, se hizo. Los rectores de Infinity contrataron a un nuevo jefe para provocar una reacción postrera. Todo lo previsto se derrumbó.

El Córdoba se quedó sin play off y sin entrenador. Agné fue destituido. Su sustituto, Juan Sabas, no tuvo siquiera la opción de debutar. De los que jugaron esa tarde, varios no lo harán más en El Arcángel. Alguno, como Raúl Cámara, en ningún sitio más: el lateral madrileño se incorporará al staff del club tras retirarse como jugador. Con el panameño Fidel Escobar y el hondureño Luis Garrido se rompió el vínculo -aunque es más que probable que haya lío judicial- después de anunciar el Córdoba que no cuenta con ellos. Sus emolumentos son inasumibles. Tampoco siguen el central Chus Herrero, el cedido José Antonio González -vuelve al Granada- o el santaellense Vera, que fue incluido en la lista de bajas.

¿Cuándo volverá a competir el Córdoba? Si todo va según el carril previsto, puede ser en el mes de octubre. Ahí se está barajando el arranque de la remodelada Segunda División B, con cien equipos en cinco grupos. Antes habrá algún amistoso en una pretemporada que se iniciaría en la primera semana de agosto. Los 100 días sin partidos se alargarán aún bastante.