Ocho años lleva EEUU sin perder un solo partido. Desde el fracaso en el Mundial de Japón del 2006, el que encumbró a España, no ha vuelto a hincar la rodilla. Y, pese al aluvión de bajas, no parece dispuesto a dar ni la hora a sus rivales. En su estreno Derrick Rose, Anthony Davis, James Harden y compañía aplastaron a Finlandia (114-55) y sumaron su 36 victoria oficial consecutiva.

Un debut que aclaró las ideas de los despistados que, con las ausencias de Lebron James, Kevin Durant y Kevin Love (entre otros), dudaban del potencial de los campeones. La racha del winning team (equipo ganador, como el Coach K quiere que su selección sea conocida) se alargó ayer un pasito más. Solo España en las dos finales olímpicas de Pekín y Londres, y Brasil en el Mundial de Turquía le han puesto en serios apuros en estos ochos años de reinado incontestable.

Marea escandinava

La marea finlandesa llevó a más de 8.000 seguidores escandinavos a la sede de Bilbao, más de la mitad de la capacidad del impresionante BEC (15.000 espectadores). El baloncesto ha ido creciendo en estos últimos años en el país nórdico. El año pasado, en el Europeo de Eslovenia, su selección ya dio muestras de su emergente talento al vencer a Turquia, Grecia y Rusia. Ayer, con el 2-0 inicial la grada blanquiazul rugió, pidiendo ya casi la hora. Pero la marea finlandesa no pudo contener el torrente de juego que destila Estados Unidos, que al final del primer cuarto ya ganaba por 15 puntos (31-16). La brecha ya era de 42 puntos al descanso (60-18), después de un demoledor parcial de 29-2.

El equilibrio interior--exterior y una defensa que impresiona casi tanto como el ataque son dos de los pilares de los campeones. En el perímetro, Rose parece haber dejado atrás los problemas en las rodillas que solo le han permitido jugar 10 partidos en la NBA en los últimos dos años, truncando la meteórica carrera del MVP del 2011. Su hambre quedó patante cuando se cabreó tras fallar un pase cuando ya ganaban por 53 puntos. Tanto el base de los Bulls como Irving son dos directores de juego imparables en el uno contra uno. Curry y Thompson (máximo anotador con 18 puntos) dejaron claro que son francotiradores implacables. Y qué decir de James Harden (el único campeón olímpico hace dos años en Londres, junto a Anthony Davis, que repite). La barba del escolta es tan larga como su catálogo de recursos.

En la pintura, un impresionante Davis y Faried hicieron un despliegue de sus aptitudes atléticas mientras que Cousins demostró ser un muro durísimo de franquear. Coach K rotó con profusión todo el choque, recuperando con Rudy Gay la figura del alero jugando de cuatro abierto. Alley-oops y mates de concurso trufaron una segunda parte en la que EEUU llegó a ganar por 62 (114-52) y donde todos los estadounidenses anotaron. El siguiente en pasar por la silla del dentista será esta noche Turquía (21.30 horas), en la reedición de la final del último Mundial.